El líder de Los Miguelianos dice el último día de juicio que no quería «romper la libertad» de nadie

Los Miguelianos
El líder de la secta de Los Miguelianos, Miguel Rosendo.

El líder y fundador de los ‘Miguelianos’, Feliciano Miguel Rosendo, ha afirmado que no quiere «olvidar» a todas las personas que han pasado por la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel, incluso a los que han declarado que querían olvidarle a él. «Yo no quiero olvidarlos, ojalá que Dios me permita conservar la cabeza limpia como ahora y acordarme de ellos como me acuerdo en este momento. Nunca quise que su libertad fuera rota, he escuchado aquí testimonios que bueno…», ha aseverado en su alegato final.

El juicio conocido como de los ‘Miguelianos’ ha quedado finalmente visto para sentencia este martes en la sección cuarta de la Audiencia Provincial de Pontevedra. Las defensas han pedido la «libre absolución» de sus defendidos en una trigésima sesión que se ha alargado más de nueve horas.

A las diez de la mañana se inició la vista de este martes y hubo que esperar hasta las 20,00 horas para que Rosendo hiciera uso de su última oportunidad para dirigirse a la sala.

«Las mentiras me hacen daño», ha sostenido Rosendo, que ha agradecido «a las personas que han creído» en él. Además, ha aseverando que la Orden «nunca ha desobecido ningún mandato de la Iglesia» y que «como todo bautizado» es «hijo de la Iglesia».

Carlos García Montes, abogado del líder y fundador de los ‘Miguelianos’, Miguel Rosendo, ha asegurado que su defendido «no quiere venganza» ni alberga «deseos de perjudicar a nadie», que solo quiere «su libertad» y «justicia». García Montes ha realizado una comparación metafórica de este caso con la obra teatral de William Shakespeare ‘El mercader de Venecia’ y ha sostenido que «esa gota de sangre no puede caer porque el gemelo es Feliciano Miguel Rosendo, inocente en esta causa».

El letrado de la defensa ha ido poniendo de relevancia las contradicciones que ha encontrado en las testificales de más de una veintena de testigos y ha criticado que el relato tanto del Ministerio Fiscal como de la acusación particular es «todo abstracto» y que obedece a un «miedo escénico» a la defensa que él ejerce. «Este juicio ha sido casi la involución de la presunción de inocencia, prácticamente tenemos que hablar de presunto culpable», ha afirmado García Montes.

García Montes ha criticado la «dilación indebida» de esta causa que ha provocado que Rosendo esté a escasas dos semanas de cumplir los cuatro años de prisión preventiva. En este sentido, el abogado ha reclamado al tribunal que ponga en libertad a su detenido.

Por su parte, la abogada de las consagradas Ivana Lima e Iria Quiñones, Beatriz Seijo, ha sostenido que «no hay una sola prueba de cargo que decante o dilucide la cuestión» de este juicio y ha reconocido la «dificultad de análisis» de esta causa por parte del tribunal. Asimismo, la letrada ha lamentado el «tótum revolútum» y la «farragosa» explicación que, a su juicio, ha emitido el Ministerio Fiscal en su informe final.

Seijo ha puesto de relevancia que el tribunal tendrá que escoger «entre los dos relatos» de la causa y que incluso entre la Fiscalía y la acusación particular existen «posturas antagónicas», lo que según su interpretación supone que «hay algo que no es real». La abogada ha negado que hubiese «menores» residiendo en la llamada ‘Casa Madre’, donde vivía en la última etapa el líder de los ‘Miguelianos’, en el municipio pontevedrés de Mougás. Del mismo modo, ha rechazado que se hayan probado las «humillaciones públicas», el «aislamiento» y que hubiera un «pacto de silencio».

Respecto a sus defendidas, Seijo ha recordado que «las consagradas de Vilariño» –a excepción de una de ellas– han declarado en sala que tanto Ivana Lima como Iria Quiñones «las trataron muy bien». En esta línea, la abogada ha destacado que son «los padres» los que no «están de acuerdo» con el «modo de vida» que escogieron sus hijas como consagradas y que su «vida consagrada con votos de obediencia, castidad y pobreza» debe ser «respetada».

Finalmente, Seijo ha aseverado que «los relatos de las víctimas –de abusos sexuales– no son creíbles» y que hay «pinceladas» de su discurso que son «infumables». Además, la abogada ha sostenido que la Iglesia «abandonó» a la Orden y Mandato de San Miguel Arcángel y que ha mantenido una postura lógica del «pánico» porque «los que estaban de forma asidua en ‘Casa Madre’ tenían que haber percibido las cosas estrambóticas como la esclavitud, el insulto y el ninguneo», del que habla la acusación, pues «el escenario no puede cambiar según quién entra por la puerta, no da tiempo».

Pide la absolución

Las defensas del resto de acusados Belén Esmerodes, José Carlos Acevedo, Esteban Riobó y Dolores Espiñeira han solicitado la «libre absolución» de sus defendidos para los que el Ministerio Fiscal pide dos años de cárcel por asociación ilícita, excepto para los dos últimos, que pide 11 meses de prisión. En el caso de la abogada de Esteban Riobó, ésta ha negado que haya llegado un pacto con la Fiscalía como manifestó García Montes al conocer la reducción de la pena de estos dos acusados por parte del fiscal.

La abogada que representa a la diócesis Tui-Vigo ha trasladado que «se sostenga la versión que se sostenga, la responsabilidad civil subsidiaria de la diócesis sería inexistente». Aparte, le ha pedido al tribunal que en la sentencia haga el «esfuerzo» de decir en qué momento Rosendo «habría actuado con una atribución de funciones atribuidas por la diócesis y en qué condiciones».

El juicio ha quedado visto para sentencia, que tendrá que llegar antes del 11 de diciembre para que Miguel Rosendo no cumpla los cuatro años de prisión provisional y quede en libertad.

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