Noveno brote en el país

Lucha contrarreloj contra el ébola en Congo ahora que los casos son ‘sólo’ decenas

Ébola Congo
Miembros del equipo de Médicos Sin Fronteras a la entrada del Hospital de Referencia Wangata en Mbandaka. (Foto: AFP)

Las alarmas han vuelto a saltar en República Democrática del Congo (RDC), el país que vio surgir el virus del ébola y que ahora afronta el que es ya su noveno brote. Detectado en una región remota pero extendido ya a un gran núcleo urbano, las organizaciones médicas y humanitarias se afanan por contener la enfermedad ahora que los casos se cuentan solo por decenas y no por miles.

El brote afecta por ahora a tres zonas de la provincia de Equateur, cada una con sus particularidades y retos, como ha reconocido la Organización Mundial de la Salud (OMS), que ha alertado de desafíos en materia de infraestructuras y accesibilidad para las zonas de Bikoro e Iboko. A esta última localidad, de hecho, se llega tras un viaje de diez horas por carretera desde Bikoro o en helicóptero, aunque incluso ha sido difícil encontrar un lugar adaptado para el aterrizaje.

El otro gran foco, el más preocupante a nivel epidemiológico, es el de Mbandaka, un núcleo urbano de más de un millón de habitantes y que sirve como nudo de transporte tanto nacional como internacional. El cercano río Congo funciona como una especie de autopista y conecta tras un viaje de seis o siete días Mbandaka con la capital congoleña, Kinshasa, donde residen más de diez millones de personas.

«Basta que una persona descienda el río para que aparezca otro epicentro de infección», ha reconocido a Europa Press un portavoz de la OMS, Tarik Jasaveric. Un miembro del Gobierno congoleño, Raoul Kamanda, aclaró el jueves expresamente que por ahora no se ha detectado ningún caso en la capital, y recordó que ya se han activado medidas de vigilancia en «todas las puertas de entrada», según informa Radio Okapi.

«Nos preparamos para todos los escenarios»

Jasaveric ha asegurado que la OMS se prepara ya para «todos los escenarios» posibles, incluido el peor, en relación a la posible progresión geométrica de la enfermedad. «Será duro y costoso contener el brote», ha apostillado, sin entrar en estimaciones concretas sobre el número de casos de ébola que podrían registrarse antes de cerrar la alerta.

El representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en la RDC, Gianfranco Rotigliano, está en Mbandaka para supervisar la respuesta al brote y ha admitido, en declaraciones telefónicas a Europa Press, la «preocupante» posibilidad de que la ciudad sea punto de paso del virus hacia otras zonas. La ciudad ha registrado por ahora cuatro casos y Rotigliano ha considerado «probable» que surjan «algunos más».

Por su parte, el responsable de operaciones de emergencia de Médicos Sin Fronteras (MSF), Luis Encinas, ha reconocido la dificultad de obtener una foto fija de la situación actual. «No sabemos mucho, si estamos viendo la punta del iceberg o el 95 por ciento de este iceberg», ha explicado a Europa Press, ya que por ahora no existe un segurmiento «más claro y seguido» de los contactos de enfermos -más de 700 identificados-.

El riesgo de que el virus llegue por río a otras partes de la RDC por ahora «es mínimo, aunque está presente», ha avisado Encinas.

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