Las primeras etapas educativas son cruciales a la hora de constituirnos como personas y determinan en gran medida los valores que rigen a cada persona en su etapa adulta. En ese sentido, la concienciación y educación a partir de juegos igualitarios y cooperativos constituye un instrumento muy importante de aprendizaje y socialización para los más pequeños.

En ASIES (Asociación Igualdad es Sociedad) así lo entienden y han puesto en marcha medidas como el taller ‘Desarrollo intelectual de menores desde el juego: juguetes no sexistas’, que se celebró el pasado jueves en la Escuela Infantil Municipal Castillo de Colores del Ayuntamiento de Medina del Campo (Valladolid) gestionada por Clece.

El objetivo de este taller, orientado tanto a los profesionales de la primera etapa educativa (de entre 0 y 3 años) como a padres, madres y vecinos de Medina del Campo, es llevar a cabo una labor de sensibilización sobre la necesidad de evitar juegos y juguetes de contenido violento o sexista para poder fomentar el respeto y las relaciones de igualdad entre niños y niñas.

«Hay que intentar evitar orientarles de  manera excesiva hacia un rol de un determinado género. El taller es una pequeña guía para a la hora de elegir los juguetes, teniendo siempre como objetivo la edad y el gusto o el interés más que el género», apunta Nuria Galicia, de ASIES.

Ainhoa Calvo, directora pedagógica de la EIM Castillo de Colores explica que desde las Escuelas Infantiles gestionadas por Clece se está apostando por la formación en igualdad orientada a toda la comunidad educativa, familias, alumnos y personal docente y no docente: «Lo incluimos en todos nuestros proyectos educativos como filosofía de centro y en las programaciones anuales de forma transversal y concreta. Cada vez percibimos una mayor conciencia social en el papel relevante de la educación en igualdad desde la primera infancia, evitando reproducir patrones discriminatorio y eso indica que, aunque el camino es largo, la senda es la adecuada».

La transmisión de valores igualitarios y constructivos, el fomento de la actitud crítica y curiosa, la libertad a la hora de manifestar sentimientos y necesidades, se presentan como base necesaria de la educación más temprana. Se tata de la capa inicial de la inserción del sujeto en su comunidad social y, por tanto, adquiere una responsabilidad formativa y funcional que requiere de formación especializada.

Galicia recuerda que «a esa edad, lo más importante no es el juego ni el juguete en sí, sino participar en su desarrollo evolutivo. Entre los 0 y los 3 años juegan con cualquier cosa, por lo que cuanta más variedad de objetos y texturas, el juego es más rico».

El taller trata de clarificar conceptos relacionados con la igualdad entre niños y niñas, incidiendo en la necesidad de concienciar y educar a partir de igualitarios y cooperativos, entendiendo que en esta etapa del desarrollo el juego es uno de los principales instrumentos de aprendizaje y socialización.

«Se hacen muchos programas y talleres similares, pero son iniciativas que suelen enfocarse en campañas. De cara al futuro, debería afianzarse como algo transversal y que se mantuviera a lo largo del año y que se tratase a través de las mismas asignaturas de una manera más integrada, para que hubiera una sensibilización generalizada», concluye Galicia.