Caso Diana Quer: la investigación confirma las informaciones exclusivas de OKDIARIO

Diana Quer
Diana Quer. (Foto: Facebook)

Desde la desaparición de Diana Quer, la madrugada del pasado 22 de agosto en A Pobra do Caramiñal (La Coruña), las investigaciones sobre el caso han ido desgranando con cuentagotas los pasos que se daban en las averiguaciones de cómo fueron las últimas horas de la joven hasta que se dejó de saber de ella. Y de todas ellas ha informado OKDIARIO en primicia y en exclusiva. Ahora, los investigadores han confirmado punto por punto las noticias publicadas por este periódico y que en los 13 minutos y 53 segundos que pasaron entre que su teléfono móvil fue utilizado a través del servicio de mensajería instantánea de WhatsApp y que éste dejó de emitir señal fue cuando, probablemente, el aparato fue arrojado a la ría de Arosa, donde fue localizado por un mariscador el pasado 27 de octubre.

El pasado 27 de septiembre, este diario revelaba que del informe elaborado por los técnicos de la investigación se desprendía que la joven no tuvo tiempo de llegar a casa para cambiarse de ropa, como se pensaba en un principio. Y es que desde que envía su último mensaje de WhatsApp advirtiendo a un amigo de que sentía miedo por la presencia de un extraño que la llama para que se acercara, hasta que su móvil dejó de emitir señal transcurrieron esos citados 13:53 minutos.

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Recorrido desde A Pobra do Caramiñal hasta Taragoña, zona donde se apagó el móvil de Diana Quer.

Así, la reconstrucción de los hechos practicada por los agentes demostró que en ese intervalo no hay tiempo suficiente para realizar los recorridos que se creían y el cambio de ropa de la joven.

A los agentes del puesto de Boiro que recibieron la denuncia de su madre en la mañana del 22 de agosto, se unieron después los miembros de la Policía Judicial de Noia y pronto lo harían también los de la Unidad Orgánica de Policía Judicial de A Coruña y los de la Unidad Central Operativa (UCO). Miembros de esta última son los integrantes del Grupo de Apoyo Técnico y Operativo (GATO), que han sido los encargados de rastrear y ubicar el móvil de la joven, como ya contó OKDIARIO, así como todos aquellos teléfonos que pudieran tener interés policial.

Los agentes probaron un sinfín de variaciones de la ruta, guiándose por la presencia del teléfono en los diferentes repetidores de la zona, y comprobaron que en ningún era posible que un ser humano tuviera minutos suficientes para subir hasta la urbanización Lugar de Cabío, realizar la parada para el cambio de ropa y llegar hasta el punto donde se pierde la señal en Taragoña, donde finalmente apareció sumergido el iPhone 6 blanco de Diana Quer.

Además, y como ya publicó este periódico, estos datos se confirmaron cuando los investigadores pudieron comprobar que la joven tampoco iba vestida como se pensaba en un primer momento. Ni portaba el famoso short rosa, ni otro muy parecido que se sospechó de inicio, otro short vaquero pero de color blanco.

Sin testigos directos del inicio del suceso, y sin más datos que los que ofreciera la tecnología y el olfato de los investigadores, los investigadores fueron trazando el mapa horario y geográfico del caso en el que confían para resolverlo. Y así, como ya contó OKDIARIO el pasado 10 de octubre, la investigación centró su plano de pesquisas en un punto central de siete kilómetros de radio, exactamente 6,95 km, la cobertura del repetidor de telefonía móvil de Taragoña, que fue el último que captó la señal del teléfono de Diana. Hasta ese momento, su móvil tuvo una actividad irregular durante aproximadamente 77 minutos, durante los cuales el repetidor no fue capaz de conectar con el móvil. Cuando lo hizo, a las 4.13 horas, el teléfono se apagó definitivamente.

La reconstrucción de los datos intercambiados por el iPhone 6 de la chica desaparecida indicó que Diana envió su último mensaje de WhatsApp a a las 2.42 en la zona de cobertura del repetidor de A Pobra, su teléfono móvil no volvió a ser captado hasta pasados 13 minutos y 53 segundos, en Taragoña (a casi 20 Km), lo que hacía imposible el cambio de ropa y, en todo caso, la parada en casa. Después de esos temerosos mensajes de WhatsApp con su amigo de Madrid -el último fue el de “morena ven aquí”- Diana ya no leyó nada más. Aunque su interlocutor le respondió un minuto después, cuando ella aún estaba en A Pobra (como demuestra el repetidor de telecomunicaciones), la joven no llegó a abrirlo.

El repetidor de Taragoña

Según informó este diario, cuando Diana Quer llegó a la zona de influencia del repetidor de Taragoña, este volvió a intentar sincronizar con su teléfono al menos dos veces sin lograrlo, es decir, estaba fuera de cobertura a partir de las 2.56 de la madrugada. Los expertos consultados explicaron que eso se puede producir si hay árboles muy frondosos, grandes rocas, el techado de una nave o un furgón, por ejemplo, lo que explicaría la desaparición de la señal y la nueva recuperación a las 4.13 de la madrugada. Fue entonces cuando el móvil se apagó definitivamente.

Esas conexiones periódicas de los repetidores (en frecuencias de entre cinco y 10 minutos) consumen mucha batería, según explican fuentes de la investigación, y al móvil de la joven se le estaba agotando desde la 1.30 de la madrugada, según declaraciones de su madre.

A pesar de la amplitud del paraguas de cobertura del repetidor de Taragoña, cerca de 6.950 metros de radio, estos aparatos son capaces de determinar la orientación y la distancia del móvil con el que se enlazan en función de la ventana (VTR) en la que entran y la potencia con que lo hacen. El estudio de estos datos permitió a la Guardia Civil estrechar el círculo tanto del teléfono de Diana Quer como los de otras personas que estuvieron con ella en el mismo lugar y a esa misma hora.

Ahora, las informaciones surgidas este lunes se limitan a confirmar los datos ya revelados por este periódico en los últimos meses de periodismo de investigación y confirman que en esos casi 14 minutos de intervalo entre la última conexión comunicativa del teléfono de la joven hasta su apagado, fue cuando alguien arrojó el aparato a las aguas de l aría, cerca del puerto de Taragoña.

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