Coronavirus, ¿por qué se ha extendido el uso de las pantallas faciales?

A partir de la desescalada, las mascarillas y pantallas faciales son prendas de uso cotidiano.  Se ofrecen protectores de diversos materiales y formatos. Los hay de plástico, de tela reutilizables o  descartables, como los de uso médico. La intención en todos los casos es bloquear la llegada a la cara del virus que se transmite por los fluidos respiratorios de otras personas y evitar que los fluidos propios lleguen al aire.

Las pantallas faciales están siendo  una opción muy usada.  A la gente le resultan más cómodas que las mascarillas comunes. No están en contacto directo con nariz y boca, por lo que se respira y habla con mayor comodidad. Producen menos calor, pues son más aireadas.

Además, protegen también los ojos, que son una vía de entrada del virus que las mascarillas comunes no cubren. Tienen larga duración, son fáciles de limpiar y desinfectar. Realmente resultan prácticas y cómodas.

¿Son eficaces las pantallas faciales para evitar el Covid 19?

La eficacia de las pantallas faciales es motivo de discusión.  Hay opiniones que consideran que no sirven, pues no atrapan  las gotas de saliva que se expiden al hablar, toser o estornudar.

¿Qué demuestran los estudios?  Hay dos situaciones diferentes. La persona que usa la máscara está protegida, porque el plástico actúa como muro de contención de gotas provenientes de otra persona. Por otro lado, evita que la persona se toque la cara y transmita virus que pueda tener en sus manos a su boca o nariz.

En la práctica, si quien usa la pantalla está infectado, el virus escapa de esa contención. Por lo tanto, no evita que el virus se expanda. El tamaño de las gotas que se esparcen en el aire es menor de cinco micrómetros y la pantalla no las retiene. Quedan flotando bajo el visor y de ahí pasan al aire y siguen contaminando.

Sugerencias para el uso de pantallas faciales

No hay duda que estas pantallas han sido una solución para las personas que sufren de claustrofobia y para quienes tienen problemas respiratorios. Con ellas, se reduce la sensación de ahogo que pueden producir las mascarillas comunes.  Los técnicos han establecido algunas sugerencias para quienes opten por estas mascarillas.

• Usarlas solo en el caso de que no sea viable la mascarilla común. Existen situaciones laborales o de salud que marcan esta condición.
• En lo posible, limitar su uso al aire libre y a ambientes interiores que tengan buena ventilación.
• Elegir una pantalla que no deje espacios demasiado abiertos ni arriba ni a los lados. La curvatura del plástico es fundamental. Cuando más cerrada sea, mejor protección brindará.
• Es aconsejable el uso de pantallas faciales para aquellas personas que estén en contacto con otras que están infectadas con el coronavirus. Estarán mejor protegidas.

La comodidad no siempre va unida a la salud.  El caso de las pantallas faciales es uno de esos casos en los que es mejor resignar comodidad para ganar protección. No obstante, si tienes que usar la pantalla facial porque no soportas la mascarilla, ten en cuenta las recomendaciones que te hemos presentado. Tu salud y la de todos está en juego.