Cómo diferenciar las agujetas de una lesión

Cómo diferenciar las agujetas de una lesión
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Después de un entrenamiento intenso suelen aparecer las clásicas agujetas. Sin embargo, en ocasiones esas molestias pueden tratarse de algo más que una simple fatiga muscular y se conviertan en una lesión de importancia. Para que esto no te ocurra te explicaremos a continuación cómo diferenciar las agujetas de una lesión.

Antes de nada hay que saber que las agujetas son un dolor muscular que se produce después del entrenamiento y que incluso continúan durante la fase de reposo. Podría afectar a nuestra vida diaria, pero nunca sería motivo para impedirnos desarrollar cualquier labor. Por su parte, el dolor característico de una lesión se incrementa durante el esfuerzo y en reposo se acaba reduciendo.

Se tratarán de unas simples agujetas cuando después de un par de días de entrenamientos fuertes el dolor y la rigidez muscular empiecen a disminuir. También es habitual que después de un tiempo en movimiento las molestias remitan.

Si por el contrario el esfuerzo físico provoque más dolor, sobre todo en ciertas partes del cuerpo y de una manera aguda, es posible que esas molestias no pertenezcan a las agujetas y sean un claro signo de lesión o de que el cuerpo no anda como debería.

Lesión

Puede suponer un grave peligro no diferenciar el dolor que producen las agujetas y una lesión. Los daños pueden llegar a resultar muy graves en el caso de continuar el esfuerzo lesionados.

Con estos consejos aprenderás a distinguir entre uno y otro, pero también debes valorar que las agujetas surgen sobre todo después de un esfuerzo importante y que empiezan a desaparecer al cabo de dos días. Los que entrenan con agujetas saben que después de un tiempo en movimiento conseguirán rebajar el nivel de molestia. Por su parte, el dolor originado por una lesión desaparece casi por completo en reposo y a la hora de realizar ciertos movimientos o gestos acaba molestando de manera importante.

No hay que preocuparse por las agujetas, ya que resultan demasiado frecuentes cuando se hace un esfuerzo muy intenso. Sin embargo el dolor de una lesión no debe pasar desapercibido porque en ocasiones será necesario ponerse en manos de un profesional.

Algunas personas entienden que para mejorar el dolor es imprescindible, pero eso no es cierto. Más bien se podría asegurar que sin sacrificio no se consigue el beneficio. Con bastante frecuencia suele ocurrir que al ejercitarnos se sienta algo de dolor. Las molestias surgen en articulaciones y músculos a consecuencia del esfuerzo al que se les somete durante el trabajo físico.

Por dolor se puede entender la alerta que recibe el cuerpo para dejar de hacer un ejercicio. Suele aparecer con un chasquido o punzada de dolor. A más dolor no se conseguirá mejores resultados. Es algo que debe entender todo el mundo.

Resulta lógico incrementar los esfuerzos para correr más rápido, levantar más peso o saltar más lejos. Eso puede implicar dolor y un pequeño riesgo de lesión. Lo que está claro es que no se le debe someter al cuerpo a unos esfuerzos demasiado grandes para que no acabe lesionado.

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