Pan marroquí

pan marroquí
Receta de pan marroquí un complemento perfecto

El pan marroquí puede ser el complemento perfecto de una cena exótica. Este tipo de pan es una receta recurrente en cada casa, se suele preparar a primera hora para tenerlo siempre listo en las comidas. En sus orígenes se cocinaba siguiendo la tradición para que sirviera de cubiertos, en él se disponía la comida para formar una deliciosa mezcla perfecta de sabores. Este pan es una auténtica maravilla que puede acompañar y complementar cualquier comida. Merece la pena ponerse manos a la obra, además de estar bueno, es muy fácil de hacer y se puede cocinar directamente en el horno. Toma nota de la receta de este pan marroquí te transportará a un oasis de sabor sin precedentes.

Ingredientes:

  • 1 kl y medio de harina de trigo
  • ½ kl de harina de espelta
  • 1 cucharada de levadura de pan
  • 1 taza de agua tibia
  • Cómo preparar pan marroquí:

    1. Esta receta es muy fácil, la clave del éxito es conseguir unos ingredientes de primera calidad y mezclarlos como es debido. Empezamos tamizando las harinas, incorporamos un poco de espelta para que quede más ligero. Esta harina tiene muy buenas propiedades por lo que debemos incorporarla a nuestra dieta en la medida de lo posible.
    2. Una vez tenemos las harinas tamizadas, hacemos un agujero en el centro a modo de volcán. Mezclamos la levadura en el agua tibia y la ponemos directamente en el centro de la harina. Vamos amasando hasta conseguir tener una masa compacta y ligera. La masa de pan es en esencia sencilla, pero muy contundente.
    3. Seguimos haciendo una bola con toda la masa y poniéndola a reposar durante una hora. Hay familias que dejan esta mezcla toda la noche para poder hacer el pan al día siguiente a primera hora. Es una opción si queremos que fermente bien.
    4. Una vez la masa haya reposado enharinamos la superficie de trabajo y nos ponemos manos a la obra. Este pan marroquí se crea a partir de bolas de más o menos el mismo tamaño. Una vez las tenemos hechas, las aplastamos con la palma de la mano para que queden planas.
    5. Volveremos a dejarlas reposar unos 10 minutos mientras preparamos el horno, lo pondremos a 200º. Pinchamos un poco los panes para que no suban y directamente los iremos horneando hasta que estén dorados. Será el momento de ir retirando cada pan y reservándolo.
    6. Con estos sencillos pasos puedes tener un magnífico pan recién horneado siempre que quieras, natural y con un sabor suave, ideal para acompañar cualquier comida.

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