Casadielles asturianas

Relleno

• 25  ml de anís
• 25 ml de agua
• 30 g de azúcar
• 100 gr de nueces picadas (también pueden ser avellanas)

A la hora de freír

• Una ramita de canela y un trozo de piel de limón para aromatizar
• Aceite de oliva sabor suave o aceite de girasol

Para decorar

• 100 g de azúcar glas

Preparación

En primer lugar como siempre que trabajamos con harina para dulces la tamizamos. Usamos un colador al que presiones un poco para que vaya cayendo la harina o un tamizador.

La harina tamizada nos dará dulces más esponjosos. En un recipiente combinamos la harina, la levadura y una pizca de sal. Hacemos un hueco en el centro de la harina y reservamos.

Por otro lado en otro recipiente mezclamos la mantequilla, el vino blanco, y el aceite. Trabajar la mezcla hasta obtener una crema homogénea y añadir la yema de  huevo.

A continuación verter estos ingredientes líquidos en el centro del hueco de la mezcla de harina. Trabajar con una amasadora, si tienes o con las manos (de esta forma controlas mejor la textura de la masa). Ha de quedarnos bien ligada, blanda pero no pegajosa, si notas que está  pringosa añade una cucharadita más de harina.

Añadimos un poco de harina sobre una superficie plana y con ayuda de un rodillo o una botella de vidrio vacía aplanamos la masa, no hace falta trabajarla mucho. La cubrimos con un paño y la dejamos reposar, para que la levadura haga su trabajo.

Para acelerar el tiempo de leudado, precalentar el horno a 60 grados y apagarlo a los 10 minutos, Introducir la masa bien tapada para que no nos haga costra y dejarla reposar 30 minutos en el interior del horno.

El relleno

Mientras la masa reposa preparamos el relleno. Trocear las nueces y picarlas para que nos queden trocitos pequeños, combinarlas con el anís, el azúcar y el agua. Buscamos que el relleno tenga una textura húmeda así que si lo notas seco añade un poco más de agua.

Antes de freír

Añadimos un poco de harina de nuevo en la encimera, sacamos la masa del horno y la aplanamos para que no nos quede muy gruesa. Sobre 3 milímetros aproximadamente. Luego vamos cortando rectángulos de unos 14 cm. En su interior añadimos una cucharadita del relleno de nueces y formamos un rollito, sellamos los bordes con un tenedor aplanando un poco.

Preparamos un plato con papel de cocina para después. Calentamos aceite abundante, las casadielles han de quedar cubiertas por el aceite, junto a un trozo de piel de limón (o naranja si prefieres) y una varita de canela. Freír por tandas las casadielles hasta que estén doradas. Dejarlas reposar en el plato con papel, una vez templadas espolvoreamos azúcar glas.

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Una foto publicada por Dani San (@ryandnb) el 11 de Ene de 2017 a la(s) 10:47 PST

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Elena Bellver