Receta de cocido casero

No hay nada más reconfortante que tomar un buen cocido casero cuando uno mira por la ventana y lo que se ve es un paisaje nevado. El frío invita a quedarse en casa y a calentar el cuerpo con comidas calóricas, pues todo ello hará posible que el organismo se entone y funcione bien aun cuando la temperatura baje a niveles inesperados. El cocido, como plato tradicional, tiene una larga historia, y no únicamente nuestra. Desde que el ser humano dominó el fuego e inventó las vasijas de barro o metal, comenzó a cocinar. Llenó las vasijas de agua y allí metió diversas cosas (carnes de todo tipo, alimentos de todo tipo) para ablandarlas con la cocción.

De esa forma puede haber nacido el cocido, que es eso, alimentos guisados largo tiempo que desprenden sus jugos y su sabor. Lo cierto es que, en el mundo, diseminadas en todas partes, existen recetas variopintas de sopas, pucheros, preparaciones de víspera, hechos con productos de cada región que las destacan. Sin embargo, nos centraremos en el cocido de nuestro país, que también, por tener tantas variantes como regiones, lleva siempre el apellido de su lugar de origen (cocido gallego, madrileño, manchego, maragato…).

Los beneficios nutricionales

Una característica del cocido casero es que es un plato muy completo desde el punto de vista nutricional; hay que tener en cuenta que estaba pensado para personas que hacían mucho ejercicio físico (los campesinos, por ejemplo), se comía sobre todo en invierno (por lo del calor corporal) y por eso las hortalizas con las que se prepara –zanahorias, repollos, nabos– son de esta temporada. En la actualidad, no obstante, quien elabora un cocido puede añadirle las de su preferencia.

Algo que une a todas las variantes del cocido es que de uno pueden salir varios platos (se les llama también vuelcos de la olla) servidos en una sola comida. Por ejemplo: el primer plato, la sopa, el líquido donde se ha cocinado el cocido; el segundo, las legumbres (que suelen ser garbanzos) y patatas, y como acompañamiento se sirven las carnes con las que se hizo la sopa. En los antiguos recetarios conventuales había cocidos de hasta 14 vuelcos con distintos tipos de carne, arroz, legumbres, hortalizas, etc.

Hacer un cocido casero requiere tiempo y paciencia, y si bien su preparación puede resultar algo laboriosa, la elaboración no es difícil. Es preferible hacerlo de un día para otro, pues todos los ingredientes habrán soltado su sabor, y quedará mucho más rico y contundente, como debe ser un buen cocido. Eso sí, cada casa, cada persona, tiene su propia manera de hacerlo, y con los ingredientes tradicionales de cada familia. Aquí solo se da una guía orientativa.

Ingredientes:

500 gramos de garbanzos

500 gramos de morcillo de ternera

250 gramos de chorizo

250 gramos de tocino

2 jarretes de cordero

½ kilo de hueso de caña de vaca

1 zanca de gallina

100 gramos de jamón serrano

Repollo

2 dientes de ajo

Fideos tipo cabellín al gusto

Pan rallado

3 huevos

3 litros de agua

1 cucharadita de pimentón

Aceite

Sal

Cómo preparar un cocido casero:

1. Poner a remojar la noche anterior los garbanzos. Al día siguiente, escurrirlos y ponerlos a cocinar en abundante agua, en una cazuela grande. Los garbanzos se añaden al agua cuando hierva.
2. A los 20 minutos de cocción de los garbanzos, incorporar el hueso de caña, el morcillo, los jarretes, el tocino, el trozo de jamón y la carne de gallina.
3. Tapar la cazuela y dejar que se cuezan las carnes. Al rato comenzarán a salir impurezas y grasa, que se retiran con espumadera.
4. A los 45 minutos aproximadamente de haber puesto las carnes, colocar al fuego una cazuela más pequeña con agua por la mitad.
5. Cortar en láminas el repollo y cuando el agua empiece a hervir, meterlo y cocinarlo hasta que esté cocido y blando.
6. A la hora y cuarto de empezar a cocinarse las carnes, incorporar el chorizo. Seguir cociendo.
7. Aparte, batir 3 huevos en un cuenco, añadir suficiente pan rallado para obtener una masa espesa, pero no demasiado.
8. En una sartén, poner aceite y al calentarse freír cucharadas de esta mezcla. A medida que se doren y se pongan sólidos, se añaden al cocido.
9. Cuando el repollo esté listo, colar el caldo y agregarlo a la cazuela de la carne. Rectificar de sal.
10. Laminar los ajos, sofreírlos en un poco de aceite en una sartén, añadir el pimentón y remover rápido para que no se queme.
11. Integrar el repollo a los ajos y saltear pdurante dos minutos. Retirar y reservar.
12. A las dos horas y media de cocción, colar el caldo y ponerlo en otra cazuela al fuego.
13. Cuando hierva agregar los fideos y cocerlos según las indicaciones del fabricante.
14. Al estar listos, servir el cocido.

Cuando prepares tu cocido casero, sírvelo con las carnes y el repollo aparte, de modo que cada comensal se ponga lo que desee en su plato. Disfruta de este plato tradicional junto a tu familia, en estos días de tanto frío.