Mermelada de mandarinas

Frascos de vidrio con tapa para la mermelada

Preparación

La mermelada la preparamos de un día para otro, ya que hay partes de la receta que necesitan reposar. Lo que hacemos primero es:

Lavar las mandarinas y los limones. Cortarlos por la mitad y exprimir su zumo. Lo guardamos en un recipiente hermético. Colocar las semillas de las mandarinas  y los limones en una taza con 100 ml de agua, lo dejamos que repose durante 14 horas. Las pieles de mandarina y de limón  procurando no tengan parte blanca que amarga, las ponemos en otro recipiente también con un poco de agua y medica cucharadita de aceite de girasol los dejamos reposar también 14 horas.

Pasadas estas 14 horas, cortamos las cáscaras en trozos finos como en ‘Juliana’, y las añadimos a una olla grande. Añadimos a la olla el zumo  de mandarinas y el líquido resultante de estar en contacto con las semillas de limón y mandarinas, que le aporta mayor aroma.

Por otro lado comenzamos a preparar la gelatina:

En la mayoría de recetas de mermelada casera te dicen que tienes que usa pectina, que ayuda a darle textura a la mermelada. Sin embargo la pectina es cara y gastarse dinero para usar solo una cucharadita apenas tampoco vale la pena.

Otra opción es usar gelatina neutra o sin sabor, es barata, se prepara fácil y también ayuda a dar una buena textura a la mermelada. Además si te preocupan las calorías esta gelatina solo tiene 30 por sobre.

Para poder usarla antes la tenemos que sumergir en un poco de agua, lo que llamamos ‘hidratarla’, la dejas tres minutos y luego introducimos el recipiente con agua y la gelatina a máxima potencia unos 15 segundos. Hasta que compruebes se ha diluido.

Cuando se haya diluido la  reservemos. Llevamos a ebullición la olla de las cáscaras de mandarina y el zumo con el agua  y cuando comience a hervir remover la mezcla y reducir el fuego. Tiene que hervir una hora pero 25 minutos antes añadimos la gelatina a la mezcla y removemos.

A continuación añadimos el azúcar y dejamos cociendo hasta que llegue a la hora. Dejamos reposar y luego introducimos en los botes que tenemos esterilizados con ayuda de un embudo. Procura no llenar los frascos hasta arriba, deja tres cm de distancia hasta el borde. Los botes que vayas a guardar los pones en un lugar oscuro, ya que la luz los estropearía y que tenga una temperatura no demasiado calurosa.

Las conservas en lugares fríos se conservan bastante mejor que en lugares donde hace mucho calor. Sin embargo en sótanos, fresquera o en algún armario de casa donde tengas una temperatura fresca te puede servir para almacenarlos. Te salen entre 4 y 5 frascos con los ingredientes de esta receta.

Para esterilizar

Mientras se va cocinando nuestra  mermelada aprovechamos para esterilizar los botes de vidrio, te sirve los mermelada comprados, garbanzos o cualquier otro alimento envasado. Pero vigila que las tapas no tengan oxido, (a veces pasa) si es así desecha la tapa y busca otra que encaje.

En una olla grande esterilizar los botes de vidrio que vayas a utilizar así como las tapas. El agua hirviendo debe cubrir los recipientes por completo. Pasado unos minutos en el agua hirviendo ya podemos apagar el fuego. Retiramos los frascos con cuidado de no quemarnos. Lo mejor es usar guantes de plástico para tocar estos botes que hemos esterilizado. Los reservamos para cuando tengamos lista la mermelada.

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