Hamburguesa casera sin gluten

Hamburguesa casera sin gluten
Hamburguesa casera sin gluten

Si hoy en día hay un plato que vive su momento de gloria con las diferentes versiones de autor, es la hamburguesa.

Docenas de restaurantes especializados arrojan cada día propuestas que tratan de demostrar que este tipo de comida rápida o fast food puede ser, incluso, una comida muy sana si se emplean los ingredientes adecuados.

¿Será cierto entonces eso de que cualquier plato bien tratado y con los elementos acertados da un resultado fantástico y de calidad?

Si queréis podemos intentar comprobarlo con nuestra receta de hoy; una hamburguesa casera que, además, es apta para celíacos al no contener gluten.

Ingredientes:

  • 300 g de carne magra de ternera (lomo)
  • 60 g de tocino ibérico curado
  • 1 cebolla
  • Vinagre de jerez
  • Pimentón
  • Queso manchego semicurado
  • 1 pimiento rojo
  • 3 tomates en rama
  • 1 diente de ajo sin pelar
  • 1 rama de romero
  • Canónigos
  • 1 puñado de avellanas tostadas
  • Sal
  • Pimienta
  • Azúcar
  • Molletes o pan de hamburguesa sin gluten
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    Elaboración:

    Empezaremos con la mezcla de las hamburguesas. Muchos recomiendan que la proporción sea de 80% carne y un 20% de grasa para conseguir una hamburguesa con mucho sabor. Nosotros vamos a usar una carne magra de ternera y un tocino ibérico que aportará esa cantidad justa de grasa y un sabor muy característico.

    Picamos la carne y el tocino con un cuchillo bien afilado y reservamos.

    Hamburguesa casera sin gluten

    Cortamos la cebolla lo más fina que podamos y la cocinamos en una sartén con un chorrito de aceite, unas gotas de vinagre y una pizca de sal. Lo mantendremos a fuego bajo para que se haga lentamente, dejando que se caramelice y coja un punto ácido del vinagre y uno dulce de su propio jugo.
    Hamburguesa casera sin gluten

    Hecha la cebolla, dejamos que se enfríe y la incorporamos a la carne picada. Ponemos una cucharadita de sal, otra de pimentón ahumado, un poco de pimienta y amasamos bien todo para que quede homogéneo.

    Damos forma a las hamburguesas eligiendo el tamaño que más nos guste. Sugerencia: Si optáis por hacerlas algo más gruesas y pequeñas su interior quedará más jugoso a la hora de cocinarlas y en su exterior se formará una costra crujientes.

    Esta vez no usaremos ni huevo ni pan rallado para ligar la hamburguesa. La propia sal que hemos echado hará que quede unida la carne mientras la dejamos que repose 40 minutos en la nevera. Así, además, mantenemos el sabor de la ternera y del ibérico.

    Como acompañamiento vamos a hacer una salsa romesco simplificada. Para ello, meteremos en el horno el pimiento, los tomates, un diente de ajo con piel, un poco de sal, un chorrito de aceite de oliva y una rama de romero. Lo asamos todo a 180 grados durante unos 30 minutos o hasta que esté todo bien tierno. Antes de terminar, subiremos el horno a 220 grados otros 5 minutos para conseguir que las verduras se tuesten por su parte superior (pero con cuidado de que no se quemen).

    Una vez listas, retiramos la rama de romero y metemos todo en el vaso de la batidora.

    Trituramos bien y añadimos un chorrito de vinagre, una cucharada de azúcar y otra de pimentón (poco porque la hamburguesa también lleva). Si lo queremos menos espeso añadimos un poco de agua.

    Acabada la salsa, sacaremos las hamburguesas de la nevera para que vayan atemperándose (con 10-15 minutos de antelación bastará).

    Las cocinaremos en una sartén o parrilla con el fuego muy fuerte y procuraremos no apretarlas demasiado para que no pierdan nada del jugo.

    Dejamos que se hagan durante unos 4-5 minutos para que por fuera queden tostadas pero por dentro estén menos hechas para poder apreciar bien el sabor del tocino y del pimentón, pero si las prefieres más en su punto, mantenlas unos minutos más. El tiempo dependerá del grosor que presente la hamburguesa que hayas hecho.

    Ya sólo nos queda montar el plato.

    Cortamos los molletes o el pan de hamburguesa sin gluten, ponemos la carne, un poco de nuestra salsa romesco, el queso y los canónigos (ligeramente aliñados con un poco de aceite de oliva, vinagre y sal). Tapamos o lo dejamos semi cubierto y listo.

    Ya podremos disfrutar de nuestra hamburguesa casera sin gluten.

    Sugerencia: Como toda buena hamburguesa que se precie va acompañada de algún extra, esta no iba a ser menos. Te proponemos añadir al plato unas patatas fritas con su corteza y espolvoreadas con pimienta, orégano y laurel.

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