Lucas Vázquez: «Nunca he pensado que no tenía el nivel para el Real Madrid»

Dicen que rendirse es de cobardes y de esa famosa cita bien que aprendió Lucas Vázquez desde que llegó al Real Madrid hace poco menos de una década, a la edad de juvenil. El extremo gallego recordó en el programa de la televisión del club Campo de Estrellas los malos momentos que vivió en el filial madridista: «Hubo años bastante duros porque en el ascenso con el Castilla juego 500 ó 600 minutos en toda la temporada y eso es poco. Eran momentos difíciles que te hacen pensar que no vales para esto».

«Viendo que las cosas no iban como yo quería me dije que necesitaba algo más. Tuve un entrenador personal que hizo conmigo un trabajo espectacular a nivel físico y mental que me sirvió para dar un salto de calidad», añadió el natural de Curtis.

El ya internacional español también mencionó su debut en el primer equipo: «Fue en Oviedo, en el primer partido de pretemporada y a las órdenes de Mourinho. Metí gol a los diez minutos». «Llevábamos una semana entrenando, fuimos 10 canteranos y nos puso a la mayoría de titulares. Debutar con el primer equipo y meter gol era el sueño hecho realidad», agregó.

Su infancia y las llamadas del Madrid

Lucas Vázquez tuvo tiempo para recordar su infancia en el citado espacio: «Todo lo que recuerdo es jugando al fútbol. Desde pequeño siempre he sido del Real Madrid. Mi padre y mi tío son del Madrid y me inculcaron la vena madridista»

«La primera llamada fue en julio. Llegué a casa y mi padre me dice: ‘Oye, me acaba de llamar Míchel y me dice que quieren que vayas a hacer las pruebas en el Juvenil C. ¿Te apetece?’. Le dije: «Papá, me estás vacilando». No me lo creía», desveló con una sonrisa de oreja a oreja. «La segunda fue 15 días después de que me comprase el Espanyol. La comida que habíamos pedido no la comimos hasta las cuatro de la tarde por el subidón», insistió en una oportunidad que bien que se ganó.

Ramos, Zidane y el orgullo madridista

Fue el momento entonces de hablar de varios nombres propios como el de su mejor amigo en el Real Madrid, Sergio Ramos: «Me ayudó desde el principio. Me cogió y me dijo que iba a estar para ayudarme en todo lo que necesitara. Le estoy muy agradecido porque desde el primer momento me puso las cosas muy fáciles. Es un gran capitán y un gran futbolista».

«Zidane hablaba mucho conmigo y me decía que confiaba en mí, que estuviera tranquilo y que iba a tener mis oportunidades. No pensaba nunca que no tenía nivel sino que las cosas no son fáciles y que en el Real Madrid hay jugadores de talla mundial que son buenísimos. Mi planteamiento era entrenarme cada día al máximo y dar lo mejor de mí. Poco a poco fui cogiendo confianza y sacando lo mejor de mí», añadió de la franqueza con la que le trató su ahora entrenador.

El madridista también rememoró su anécdota con el penalti de la Undécima: «Me veía con confianza, con ganas de tirarlo. La distancia desde el centro del campo hasta el punto del penalti es larga y tenía que ir distrayéndome y me salió eso (dar vueltas al balón con un dedo). Quizás por eso lo tiré así y lo pude meter».

Por último, hizo mención al último título conseguido: «Es un orgullo llevar el escudo de campeón del mundo con el Real Madrid y hay que defenderlo para intentar revalidarlo». «No hay que ponerse techos y hay que soñar en alto siempre. Los sueños no te los puede parar nadie. El mío es retirarme en el Real Madrid y ojalá se cumpla», finalizó el de Curtis.