Marcelo & Cristiano, sociedad ilimitada

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Marcelo y Cristiano celebran el gol del segundo ante el Betis. (Getty Images)

La conexión Kroos-Ramos de la que todo el mundo habla no es la única que hay en el Real Madrid. Los 11 goles que ha marcado el capitán blanco gracias a pases del alemán en las tres temporadas que llevan compartiendo vestuario no tienen nada que envidiar a los números de Marcelo & Cristiano, sociedad ilimitada.

El brasileño es el tercer máximo asistente de su equipo en este curso con siete pases de gol y ante el Betis volvió a demostrar su importancia en el ataque merengue sirviendo en bandeja el tanto a su amigo portugués con el que se convertía en el pichichi histórico del Santiago Bernabéu.

Precisamente todos estos han llegado en la misma competición, la Liga, y más de la mitad han llevado el mismo apellido para formar una compañía de la que ya lleva ocho temporadas conjuntas disfrutando la afición del Real Madrid. El resto han sido dos para Morata y el que queda con Lucas Vázquez como destinatario final.

La complicidad entre Marcelo y Cristiano se puede ver en el campo ya que comparten banda en el campo, la izquierda, y siempre se están buscando en las jugadas ofensivas. Además, tal y como ocurrió en la noche del domingo, cercioraron esta connivencia con su ya famosa celebración de dos palmas y posterior salto en vertical de ambos con el grito típico del portugués.

Los goles llegan por los laterales

El Real Madrid no es sólo una máquina para crear goles a balón parado como refleja partido tras partido, también lo es para fabricarlos desde los laterales. Carvajal y el propio Marcelo son dos asistentes de lujo como indican los siete pases de gol que lleva cada uno esta temporada.

Tan sólo el ya mencionado Kroos, con 13 asistencias, y James Rodríguez (11) llevan más que los dos carrileros titulares del conjunto blanco -Cristiano y Lucas Vázquez están empatados con ellos. Dicen que los extremos son una especie en peligro de extinción en el mundo del fútbol pero entre el gallego y sus dos compañeros de atrás demuestran que para Zinedine Zidane esto no es así.

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