Cristiano se desata por Navidad

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Cristiano celebra uno de sus dos goles al Sevilla. (AFP)

Nunca des por muerto a Cristiano Ronaldo -futbolísticamente hablando- porque siempre vuelve. El portugués eligió a su víctima favorita en cuestión de goles, el Sevilla, y la resaca perfecta tras su quinto Balón de Oro para confirmar que no se fue como algunos críticos decían. El Santiago Bernabéu completaba un escenario ideal.

Cuando Zidane decidió sustituirle en el minuto 76 ya tenía en su haber dos tantos, y no en Champions como otros se encargaban de dar lecciones en cuestión de motivación, la cuál tiene siempre. «Ya dije que había que tener cuidado con él», dijo su entrenador en rueda de prensa y éste sí que no se equivoca…

Y es que Cristiano ya es el pichichi de su equipo en Liga y suma tres dianas en los últimos dos partidos de la competición doméstica para llegar a los cuatro actuales, mismos registros que Asensio antes de esta jornada 15. La previa invitaba a ello llevándose la primera ovación de la tarde con su nuevo entorchado dorado.

Tiene 32 años pero recordó a su mayoría de edad en el Manchester United con sus combinaciones tanto por la derecha como en la izquierda con Lucas Vázquez y el propio mallorquín. La velocidad tampoco estaba perdida como los pases en profundidad que recibía de ambos, todos retratados.

Los palos, el único pero

Los números nunca mienten. Las estadísticas de Cristiano ante el Sevilla por lo tanto que tampoco. El tiempo que permaneció sobre el césped firmó 22 pases de 26 buenos y actuó en defensa con dos despejes y una intercepción realizando 38 toques totales.

Su talón de Aquiles liguero volvió a ser los palos, los cuáles suma más que goles en el torneo -cinco por cuatro. Nadie es perfecto como también dice otro refrán aunque el portugués trate de acabar con todos estos… a base de celebraciones.

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