El problema está en las áreas

Los problemas del Real Madrid para sacar adelante sus resultados residen en las áreas. El conjunto blanco volvió a demostrar en la derrota ante el Tottenham por 3-1 que verdaderos problemas, tanto a la hora de defender, como de resolver arriba. Los madridistas no andan finos y se nota, pues han perdido 10 puntos en lo que va de Liga y otros cinco en Champions.

El naufragio en Inglaterra no hace más que agravar la situación de un equipo tocado. Unos jugadores que hace apenas dos meses eran capaces de dar dos soberanos repasos al Barcelona en la Supercopa de España y que, a día de hoy, no son capaces de puntuar ante un recién ascendido como el Girona. La solidez defensiva y la determinación en ataque mostrados el pasado curso, han dado paso a una endeblez que están pagando bastante caro.

En los últimos años, si de algo ha presumido el club madridista es de poseer una de las mejores pegadas del mundo. Un tridente ofensivo formado por Cristiano, Bale y Benzema que es capaz de realizar más de 80 goles por temporada. Sin completar un buen partido, los blancos eran capaces de hacer dos o tres goles sin prácticamente despeinarse. Sin embargo, esta campaña los números no acompañan. Con un Bale superado por Isco y lesionado desde hace un mes, la BBC ha hecho en lo que va de curso 13 goles.

Cristiano lleva ocho tantos este curso -a pesar de todo-, seis de ellos en Champions. En Liga únicamente lleva uno. Y es en la competición doméstica donde más le está echando de menos el equipo. Los números de Benzema son para llevarse las manos a la cabeza. Un gol al Getafe es su aportación hasta el momento en el campeonato, a lo que hay que sumar otro al Barça en la Supercopa. Por su parte, Bale es el que mejores números presenta en Liga, con dos tantos, a los que hay que sumar otro marcado en Dortmund.

Con estos números, se ve claramente que la delantera del Real Madrid ha perdido fuelle en lo que va de curso. Pero además, muchas de las situaciones que acompañaban a los blancos hacia la victoria se han visto afectadas. El Real Madrid falla múltiples ocasiones de gol. Unos errores que acaban colmando de ansiedad a los hombres de Zidane.

Además han perdido el poderío aéreo. La pasada campaña sin ir más lejos, el conjunto madridista marcó la friolera de 40 goles de cabeza. Cada balón colgado al área era una amenaza para el rival. Ver a Ramos disfrazado de delantero en cada jugada a balón parado cercana al área era típico. Sus goles, los de Varane o los de Casemiro tras un córner eran habituales. Pues este año, aún no han marcado de ninguna de estas situaciones. Ni un sólo gol de cabeza, ni tampoco por una jugada a balón parado. En Wembley lanzaron hasta once. 

Fallos defensivos

Por si no tuvieran bastante con la falta de efectividad, esta campaña se ha perdido la solidez defensiva. El Real Madrid la temporada pasada era una roca. El rival tenía muchas dificultades para hacer gol a un equipo bien plantado sobre el césped, que era capaz de achicar en cualquier situación de peligro. Algo que también se ha esfumado en estos días. Las imprecisiones de los que están, más las bajas importantes de Keylor y Carvajal han causado una gran desestabilidad en la línea defensiva.

A ello, hay que añadir la cantidad de balones perdidos en la medular, que provocan situaciones de contraataque por parte de los rivales y que la zaga madridista es incapaz de solventar. Descolocados e imprecisos, no consiguen frenar las internadas de los contrarios y terminan encajando. Hasta 16 goles en los 18 partidos disputados en lo que va de curso y, lo que es peor, la sensación de no tener dominado el desarrollo del encuentro.

Tras lo acontecido en Macedonia y en los dos Clásicos contra el Barcelona en agosto, era imposible presagiar que el Real Madrid iba a mostrar esta cara sólo dos meses después. Ante los de Mou y Valverde, los blancos sacaron su poderío de las grandes noches y consiguieron doblegar con solvencia y eficacia en ambas áreas a sus rivales. 79 días después todo ha cambiado.