Ni se queda… ni se vienen

El verano del Barcelona comenzó yendo a por Verratti a París y perdiendo por el camino a Neymar y el mercado de fichajes ha acabado aún peor. Porque el conjunto culé se ha convertido en el hazmerreír de Europa por su nefasta política de fichajes tras no conseguir fichar a nadie en el último día del periodo de traspasos a pesar de tener el dinero de sobra y haberlo intentado con vehemencia. Y esto pone a Bartomeu en el disparadero.

Tras presentar a Dembelé y orgullosos de haber pagado 105 más variables (pagará 10 si entran en Champions y 10 más si juega 50 partidos) por un jugador en ciernes, con potencial, pero que el año pasado sólo metió 6 goles en Bundesliga, Robert Fernández sacó pecho y anunció que antes del cierre del mercado anunciarían a un fichaje y posiblemente a dos.

Pero todo acabó en fracaso. En la noche del pasado viernes se confirmó el despropósito culé. Lo sucedido en las últimas horas del mercado estival fue un resumen de todo lo sucedido en los últimos dos meses. El Liverpool, como ya había anunciado por activa y por pasiva, no escuchó la increíble oferta de 160 millones por Coutinho y cuando los dirigentes aceptaron que ese fichaje no era viable intentaron convencer a última hora al PSG para que aceptara un traspaso por Di María. La respuesta fue: no.

Así que el Barcelona se quedó compuesto y sin novia. Tras la huida de Neymar a París sólo ha podido contratar a Paulinho tras pagar 40 millones por un jugador que venía de China y que hace dos años valía 20 y tras hacer el segundo fichaje más caro de la historia del club culé con Dembelé.

Porque lo de este año ha sido negativa tras negativa. Intentaron torpedear los fichajes de Dani Ceballos y Theo Hernández por el Real Madrid y no pudieron, quisieron fichar a Bellerín y acabaron fichando a Semedo (30 millones) y se interesaron pero fueron rechazados en sus intentonas por Verratti (Emery reconoció el otro día que no fueron a por él), Douglas Costa, Griezmann, Dybala, Azpilicueta, Lucas Lima, Henrichs, Íñigo Martínez, Ander Herrera, Lemar, Parejo, Özil, Sibidé o Seri, al que tenían atado y a última hora no quisieron comprarlo.

Y todos estos despropósitos pueden que tengan consecuencias. Bartomeu junto a Albert Soler (director de deportes profesionales), Pep Segura (manager deportivo al que pusieron por delante del director deportivo a mitad de verano) y Robert Fernández (director deportivo) están en el centro de todas las críticas y podría haber dimisiones o despidos pronto. Además de su incapacidad para fichar, este verano se ha demostrado que los futbolistas no están en sintonía con la cúpula del club.

También fracasó la operación salida

Si la actuación de los dirigentes culés en la operación entrada ha sido mala, la de salida ha sido de traca. Durante todo el verano el Barcelona ha intentado colocar a Andre Gomes y Arda Turan, por los que pagaron 35 millones (más variables) y 34, con ningún éxito. A principios de verano el club culé recibió alguna propuesta por el luso pero no la aceptó y después de arrepentirse no ha podido colocarlo en ningún equipo de la Premier.

El luso, a pesar de que no ha salido, tiene mejor mercado que un Arda Turan por el que no ha llegado ninguna oferta. El Barcelona incluso tenía la intención de regalarlo pero ningún equipo quiere asumir la ficha por un futbolista que está en declive. Durante todo el mercado de verano sólo ha podido colocar a Mathieu gratis en el Sporting de Portugal y no ha conseguido traspasar a jugadores como Denis, Rafinha o Digne, por los que hubieran escuchado ofertas.