REAL MADRID VS MANCHESTER UNITED

Theo y los niños remontan a Mourinho

Bale
Bale disputa un balón ante el United. (AFP)
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Theo y los niños remontaron a Mourinho. Un Real Madrid plagado de juveniles remontó en la segunda parte el gol inicial de Lingard con otro de Casemiro de penalti. Al lateral recién llegado del Atlético le hicieron la pena máxima y demostró que es un jugador de esos capaces de ganar un partido él solito. También los juveniles Achraf, Franchu y Óscar dejaron detalles de su tremenda calidad y lograron dar la vuelta al partido de estreno del Madrid del que no se deberían sacar demasiadas conclusiones.

Zidane ensayaba con todo. Ocho de los titulares en Cardiff, en la inolvidable noche de La Duodécima, repetían en el primer partido del Real Madrid 2017-18. Recito para que tomen nota: Keylor Navas; Carvajal, Nacho, Varane y Marcelo; Kroos, Modric e Isco; Lucas Vázquez, Bale y Benzema. Un equipo que imponente con el que los blancos han dominado Europa en los últimos tres años.

Enfrente el United de Mourinho, cuyos enfrentamientos con el Real Madrid tienen más morbo que un duelo Belén Esteban-Toño Sanchís. Y apretó el Manchester de salida, alto el equipo, furiosa la presión. Buscaban los blancos a Modric con el ansia de quien busca una tumbona libre en Benidorm, si me permiten la comparación veraniega. Tardaron en encontrarle.

Una maniobra genial de Benzema al filo del minuto cinco supuso la primera ocasión del Real Madrid, que abortó Romero –un portero sospechoso– con un despeje de puños heterodoxo a la par que efectivo. Respondió el United con un disparo duro y centrado de Martial que hizo lucirse a Keylor Navas.

Sufría el Madrid con la presión de un United mucho más rodado en su cuarto amistoso de la pretemporada. Cada pelota dividida, cada carrera al espacio era para un diablo rojo. Normal después de que Pintus lleve dos semanas poniendo a punto a su bólido particular.

Domina el United

La pelota les duraba a los blancos lo mismo que un helado a pleno sol: la perdían en un decir amén. Sólo encontraban un respiro en la tranquilidad de Benzema y en el genio de Isco. Insuficiente ante la furia del United, al menos en los primeros 25 minutos de juego. Pero el Real Madrid se fue creciendo, encontrándose en torno a la pelota.

Pasaban lentos y pesados los minutos y el partido se hacía bola. El United, más fresco, era incapaz de jugar a nada. A los jugadores del Real Madrid, más creativos, les pesaban las piernas. Una arracada de Bale en el 39 dio otro susto al Gato Romero. Despejó un zaguero del United. Empezaban a dominar los de Zidane pero con un ritmo cadencioso como un bolero de Los Panchos.

Un disparo de Lingard en el 41 lamió el palo izquierdo de Keylor Navas. Dominaba el Madrid y contragolpeaba el United. Pero en la prolongación de la primera parte marcaron los de Mou. Fue un jugadón de Martial en banda izquierda que rompió a golpe de cadera a Lucas, Carvajal y Modric. Se internó en el área y asistió a Lingard, que anotó libre de marca en el segundo palo.

De salid en la segunda parte Zidane hacía debutar a Theo y cambiaba a los diez de los once. Entraban Kiko Casilla; Achraf, Hernando, Tejero, Theo; Casemiro, Kovacic, Óscar; Quezada, Franchu y Dani Gómez. El mensaje era claro: «Necesitamos a un delantero». Les traduzco: necesitamos a Mbappé. Mou también cambiaba a medio equipo. Es lo que tienen los amistosos de pretemporada, mucho glamour, pero amistosos al fin y al cabo.

Theo y la segunda unidad

Óscar, que debutaba con los mayores, avisó a De Gea de salida con un disparo que se marchó fuera. El Madrid de los niños había salido con ímpetu. Theo exhibía su poderío físico en cada galopada y los de Zidane empezaron a encerrar al United. El descaro y el empuje de los jóvenes encerraba a los de Mou.

Se exhibía Óscar, el juvenil que dio calabazas a Guardiola, con un morro y un talento de esos que llaman la atención. Como Theo, caballo percherón, que provocó un penalti clamoroso de Lindelof después de una galopada marca de la casa. El penalti lo marcó Casemiro en el 68 con un disparo seco y arriba ante el que nada pudo hacer De Gea.

Precisamente De Gea evitó el 2-1 con un paradón a una falta botada por Kovacic en el 72. El dominio del Madrid, plagado de niños, empezaba a ser abrumador. Franchu también mostraba detalles de jugadorazo. Kiko Casilla no había ni tocado la pelota y a Zidane le gustaba lo que estaba viendo.

Corría el partido hacia su final y las piernas de los futbolistas empezaban a pesar como una mochila llena de piedras. Sólo a Achraf le sobraba gasolina para desbordar por la derecha. Lo intentó el Real Madrid de los niños frente al United de los titulares, pero el resultado acabó en los penaltis. Se impusieron los de Mou, aunque las sensaciones del equipo de Zidane fueron mejores, especialmente en la segunda parte.

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