Trece días sin competir

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Zidane da instrucciones a sus jugadores en el entrenamiento. (AFP)

En principio, febrero debería haber sido un mes frenético para el Real Madrid, pero nada más lejos de la realidad. El conjunto merengue, tras la suspensión del partido liguero ante el Celta del pasado fin de semana, va a estar un total de 13 días sin competir, algo que no gusta en demasía a Zidane, pues se trata de un mini parón no planificado que puede tener efectos negativos en el equipo blanco.

Uno de los grandes males que provoca el aplazamiento del partido de Balaídos es precisamente la condensación de partidos en las próximas semanas para el Real Madrid. La suspensión va provocar que el calendario de los de Zidane se convierta en una carrera de fondo hasta el final de temporada, ya que tras descansar estos 13 días, el conjunto merengue jugará la friolera de cinco encuentros en los 16 días siguientes. 

Pero esto no es lo único que no gusta a Zidane ni al club. Tampoco han sentado bien estas casi dos semanas de parón inesperado, pues el entrenador francés teme que los jugadores pierdan ese nivel de competitividad que tenían antes de jugar el último partido ante la Real Sociedad. Por ello, el galo ya ha dejado muy claro en el vestuario que estos 13 días sin partidos no pueden ni deben afectar al Real Madrid de cara al encuentro del sábado ante Osasuna, que prepara una encerrona en El Sadar para intentar dar la sorpresa frente al actual líder de la competición doméstica.

Zidane no quiere relajaciones

El equipo merengue se encontró con un respiro inesperado tras caer eliminados en Copa del Rey por el Celta, pero la posterior suspensión de la cita liguera ante los gallegos ha supuesto un contratiempo para los planes de Zidane, que incluso preparó un partidillo en Valdebebas el pasado fin de semana para que los jugadores no perdieran el tono, su principal preocupación en estos momentos.

Ahora, hasta que llegue el parón de selecciones de finales de marzo, el Real Madrid se medirá al Nápoles dos veces en Champions League (15 de febrero y 8 de marzo), y jugará siete partidos de Liga (incluido el aplazado ante el Valencia), mientras que todavía se debe buscar una fecha para que se dispute el choque ante el Celta.

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