Ramos: hogar, dulce hogar

Hogar, dulce hogar. Después de dos partidos donde los cafres intentaron hacerle la vida imposible en el estadio que le acunó como futbolista, Sergio Ramos vuelve al templo en el que se consagró como un dios (y no menor): el Santiago Bernabéu. El capitán regresa a casa después del doble martirio del Pizjuán, pero vivito y coleando como siempre.

Su última aparición en el Bernabéu fue en el último partido liguero antes del Mundial de Clubes. Precisamente en aquel partido ante el Deportivo –10 de diciembre del año pasado– Sergio Ramos recuperaba el brazalete después de superar una lesión de rodilla en un partido con España, el otro equipo de su corazón, el de todos los españoles.

Ramos volvió entonces a lo grande. En un partido que al Real Madrid se le puso en japonés, el capitán obró el milagro suyo de cada partido imposible. Se elevó, subió al cielo y marcó el gol del triunfo en el 93, el minuto en el que tejió su inmortalidad. Sergio demostró ante el Deportivo que es el puto amo.

Este miércoles Sergio Ramos volverá al Santiago Bernabéu en el que será su estreno con el Real Madrid en SU CASA en este 2017 recién inaugurado. Lo hará más fuerte que nunca, más seguro que nunca, más firme que nunca y con la convicción de siempre. Lo hará con ese brazalete que defiende y honra en cada partido. Y lo hará con el reconocimiento, el respeto y el cariño de todo el madridismo, que se volcará como siempre y más que nunca con su capitán.

Sencillamente, porque se lo merece.