«El equipo no se va a caer como en 2014, ahora entrenamos»

20 de diciembre de 2014. El Real Madrid tocaba el cielo en Le Grand Stade de Marrakech. Carlo Ancelotti y sus chicos se proclamaban campeones del mundo ante San Lorenzo de Almagro por 0-2. Nadie podría pensar lo que iba a ocurrir tras la consecución de aquel título. El equipo blanco se desplomó como un castillo de naipes encajando tres derrotas consecutivas y siendo eliminado de la Copa del Rey por el Atlético de Madrid.

Aquellos sucesos fueron fundamentales para la posterior salida de Carlo Ancelotti del Real Madrid en el verano de 2015. La falta de seriedad a la hora de entrenador fue uno de los clavos más profundos en la tumba del italiano. Ahora desde la cúpula ven imposible que el equipo se desmorone físicamente. De hecho, para los directivos hay una gran diferencia entre aquel equipo y éste. «Lo de 2014 no va a ocurrir, porque ahora entrenamos y mucho», resumen.

Desde la cúpula sostienen que el trabajo físico realizado por Antonio Pintus está dando sus frutos y que el equipo, ni mucho menos, se va a caer. El ex preparador del Olympique de Lyon, por el que Zidane pidió que se hiciese lo necesario para traerle, tiene al equipo muy fino y se ha encargado de recordar a los jugadores que a su regreso de vacaciones deben seguir en el mismo estado de forma.

Por si fuese poco, Zidane tampoco ha bajado el pistón y ha pedido a los suyos públicamente que «descansen y estén preparados para el retorno». El francés sabe que la no existencia de un amistoso –como el 30 de diciembre en Qatar ante el AC Milan– permitirá a sus jugadores desconectar plenamente en las vacaciones, que en esta ocasión tendrán al equipo sin competir durante un periodo de 17 días por los 10 que estuvo en la anterior participación en el Mundial de Clubes.

Desde la cúpula esperan también tener mejor fortuna en el sorteo de Copa. En 2014 deparó un Atlético de Madrid que pasó por encima del equipo en aquella eliminatoria ganándola por un global de 4-2 y posteriormente en Liga los rojiblancos conseguirían un humillante 4-0 que terminó por poner en evidencia que el Real Madrid no entrenó al máximo nivel en aquella segunda parte de la temporada.