Monumental repaso táctico de Zidane a Luis Enrique en la pizarra del Clásico

El empate contra doce del Real Madrid en el Camp Nou frente al Barcelona y Clos Gómez fue también la goleada de la pizarra de Zinedine Zidane a Luis Enrique. El entrenador francés vivió el segundo Clásico de su carrera con la tranquilidad que da haber estudiado perfectamente el partido. El repaso táctico del técnico del Madrid a Luis Enrique sólo puede definirse con una palabra: monumental.

El Real Madrid salió ordenadísimo desde el primer minuto, igual que en el Clásico de la temporada pasada. Este orden le duró la totalidad del encuentro y fue la base en la que se sostuvo el empate lograda frente al Barça. Las líneas muy juntas, la presión alta cuando tocaba y Cristiano solidarizándose en tareas defensivas.

El entrenador francés le ganó, mejor dicho, le arrolló a Luis Enrique en el duelo en los banquillos desde el momento en el que el equipo blanco no perdió la paciencia, defendió perfectamente y sin dejar espacios a los hombres de arriba del Barcelona y salió rápido y con peligro a la contra para crear peligro a Bravo.

El Barça, cuando notaba que no conseguía hacer ocasiones de gol y apenas llegaba con peligro a la portería de Keylor Navas en la primera mitad, comenzaba a precipitarse en algunos pases y esas pérdidas de balón significaban las opciones del Real Madrid de salir a la contra comandado por un ubicuo Modric.

Del 4-4-2 al 4-3-3

En defensa, los blancos se plantaban con un claro 4-4-2 con Isco y Lucas en los costados realizando un extraordinario trabajo de ayudas para intentar que los jugadores creativos del Barcelona no tuvieran ni espacio ni tiempo para pensar.

En la segunda mitad, el Barcelona arrancó mejor y el gol ilegal de Luis Suárez fue un mazazo para los blancos. Pero Zidane reaccionó rápido. Vio que su equipo podía partirse y metió a Casemiro para equilibrar al Madrid y cambió el sistema: 4-3-3 con el brasileño en el eje, Modric y Kovacic a su lado y Lucas, Benzema y Cristiano en punta.

El plan de Zidane salió a la perfección y el Real Madrid metió un arreón definitivo al Clásico y dominó el último cuarto de hora. Luis Enrique hizo un inexplicable cambio, al quitar a Rakitic y dejar en el campo a André Gomes. El postrero gol de Sergio Ramos dio un merecido empate al equipo de Zidane, que ganó también con claridad la batalla de los banquillos.