BARCELONA VS REAL MADRID: JORNADA 14 DE LIGA

Las estrategias del triunfo en el Clásico: del trivote de Mourinho a la defensa de ayudas de Zidane

Las estrategias del triunfo en el Clásico: del trivote de Mourinho a la defensa de ayudas de Zidane
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Para ganar al Barcelona hay que imponerse en la pizarra. Esta máxima se ha venido cumpliendo en los últimos Clásicos cada vez que el Real Madrid ha logrado el triunfo en un partido de este calibre, sea cual fuere el entrenador que estuviese en ese momento dirigiendo el banquillo madridista. Bernd Schuster, José Mourinho, Carlo Ancelotti y el actual técnico blanco, Zinedine Zidane, ya lo dejaron claro en el pasado.

El galo, que ya sabe lo que es ganar en el Camp Nou siendo diferencial en materia táctica, tratará de volver a cortocircuitar el sistema culé desde la colocación de sus jugadores, pero no hay que descartar alguna sorpresa novedosa para poder frenar el ataque culé o atacar las grietas de la defensa rival.

Blindaje y demolición con Schuster

Antes que Zidane, Bernd Schuster marcó la diferencia en un Clásico, el de la temporada 2007-2008, que sirvió para casi sentenciar una liga en la que el Barcelona tenía jugadores de inmensa calidad, pero fuera de forma y motivación. El alemán, consciente de ello y en busca de la segunda liga consecutiva del Madrid, saltó al Camp Nou con un once que destacaba por el blindaje en defensa e intimidación en ataque.

Hasta cuatro centrales de origen -Sergio Ramos, Pepe, Cannavaro y Heinze– colocó Schuster en la zaga, escoltando a un inmenso Casillas y con un barrendero por delante en la figura de Mahmadou Diarra. Este entramado defensivo fue clave para mermar la poca confianza que le quedaba al Barcelona y para soltar, junto a Robinho, Raúl y Van Nistelrooy, a piezas como Sneijder o Julio Baptista, héroe esa noche con un golazo que silenció el Camp Nou y encargó la liga para el Madrid.

Baptista, celebrando su golazo ante el Barcelona en el Camp Nou con Puyol de fondo.

El trivote arrollador de Mou

Con la llegada de José Mourinho el Real Madrid, aún dolido por el 2-6 recibido un año atrás, quería asegurarse competir contra el Barcelona de Guardiola, el equipo del momento. La manita recibida por el técnico portugués en su primer Clásico le obligó a tomar medidas y, con una prueba cuatro días antes en el Bernabéu, se presentó en la final de Copa del Rey con una estrategia que marcaría estos duelos y su rivalidad. 

Con una línea de cuatro defensores sobria y asentada, Mourinho adelantó a Pepe para formar un trivote en el centro del campo junto a Xabi Alonso y Khedira, algo con lo que engañó a un Barcelona que esperaba el embotellamiento atrás, pero se encontró con una asfixiante presión de inicio en la que el propio Pepe estuvo cerca de marcar. Así aguantaron los blancos 90 minutos –también gracias a Iker– y terminaron imponiéndose por físico y por un testarazo enmarcable de Cristiano. 

El gol de Cristiano culminó un trabajo increíble del Madrid de Mourinho. (Getty)
El gol de Cristiano culminó un trabajo increíble del Madrid de Mourinho. (Getty)

El híbrido de Ancelotti engañó al Barça

Con un perfil totalmente diferente al de su antecesor, Carlo Ancelotti arribó en el Santiago Bernabéu de la mano de su templanza y sus títulos, pero con menos argumentos tácticos a sus espaldas. Sin embargo el italiano también logró un movimiento ganador en sus duelos frente al Barça, extrapolable además al presente, pues en uno de ellos venía de la mano de una baja que se repetirá en este Clásico, la de Gareth Bale. 

Después de haber sucumbido dos veces con el Barça, Ancelotti llegó a la final de Copa del Rey sin su gran baluarte, Cristiano Ronaldo. Para subsanar esta baja y añadir sobriedad al sistema, el técnico propuso una especie de híbrido entre el 4-4-2 y el 4-3-3 que permutaba según quién tuviera el balón y hacía que los blancos siempre estuvieran en disposición de competir y ganar, como acabó siendo el caso.

En la temporada siguiente, la baja del héroe Bale obligó a Carlo a repetir estrategia, con Isco y James como interiores en esa defensa pero con el colombiano subiendo al extremo para atacar y pinchar a un Barcelona que sangró ante una de las grandes victorias, en cuanto a superioridad, del Madrid en los Clásicos de la última década.

Zidane, Casemiro y el sistema de ayudas

Viniendo de una derrota clamorosa como el 0-4 de la ida con Benítez en el banquillo, Zinedine Zidane se presentó en el Camp Nou para disputar su primer Clásico con el Barcelona siete puntos por encima en la clasificación. El técnico francés, que no cuenta con una reputación táctica de élite, sí tiene la cualidad de hacer mejores a sus equipos en los duelos importantes y se comió a Luis Enrique haciendo lo más sencillo, no caer en su trampa.

Cristiano ayudó en tareas defensivas en el último Clásico. (Getty)
Cristiano ayudó en tareas defensivas en el último Clásico. (Getty)

El técnico asturiano quiso que el propio Madrid abriera sus huecos en defensa saliendo a presionar a sus centrocampistas + Messi, que recibían retrasados, pero sustentados por un sistema en el que Cristiano era el primer bloque a superar, con Kroos y un responsable Casemiro a sus espaldas, el Barcelona acabó por desquiciarse ante la pared blanca que tenía enfrente y, a pesar de acabar el partido con uno más por la expulsión de Ramos, vio como el Madrid se llevaba la victoria merced a un tanto de Ronaldo.

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