Modric, el otro gran legado de Mourinho

Por mucho que los gurús quieran ensuciar y reescribir la historia, el legado de José Mourinho en el Real Madrid permanecerá para siempre. Ningún madridista olvidará jamás la Liga conquistada en la temporada 2011-12, la mejor de todos los tiempos, en la que el equipo blanco logró 100 puntos y marcó 121 goles para derrotar al Barcelona de Guardiola, Pujol, Piqué, Xavi, Iniesta, Messi y compañía. Fue una heroicidad, una leyenda imborrable y la herencia que dejó Mou.

Pero el otro gran legado del técnico luso tiene nombre y apellidos: Luka Modric. Porque fue Mourino y nadie más que Mourinho el gran artífice del fichaje del croata en el verano de 2012 por el Real Madrid. Recién conquistada la Liga de los récords, Mou tuvo muy claro quién era el único jugador que podía dar un salto de calidad a un centro del campo con Alonso, Khedira, Di María y Özil entre otros. Ese era Luka Modric.

Los gurús de la prensa deportiva abogaban por el producto nacional: Cazorla o Beñat copaban portadas y grandes artículos de opinión. Pero Mou, ya se sabe, pasaba bastante de la prensa. Tampoco le dio por fichar músculo como hizo el Barcelona con Alex Song, una especie de Chingrinski de ébano en el que el club azulgrana tiró el dinero. Mou quería a Modric o a Modric.

Cuando las negociaciones con Daniel Levy, presidente del Tottenham, empezaron a torcerse, el Real Madrid estuvo a punto de tirar la toalla con Modric. Pero Mourinho convenció a Florentino de que el croata bien valía los 40 millones que el club acabó pagando por él. El culebrón acabó con final feliz el 27 de agosto de 2012. Luka Modric se ponía la camiseta blanca por primera vez en el Bernabéu.

El resto es historia y ustedes la conocen de sobra. Historia de éxitos, títulos y aplausos. Los que quiere seguir coleccionando Luka Modric en el Real Madrid hasta 2020. Por lo menos.