Colombia no firma la paz con el Madrid: oculta el diagnóstico de James para forzarle a jugar

JAMES RODRÍGUEZ
James Rodríguez, en un partido con Colombia. (AFP)

La inclusión de James para el segundo partido que disputará su selección en estas fechas contra Uruguay se ha convertido en una cuestión de estado. La delicada situación que atraviesa el país, dividido tras el plebiscito del pasado domingo, ha trascendido en la actualidad de la selección. La misión más allá de conseguir esos vitales tres puntos es la de volver a unir a un pueblo totalmente polarizado en la búsqueda de la paz. Como siempre el deporte es el mejor escape de salida para las cuestiones políticas.

En Colombia la Selección es religión. Y James su profeta. Su importancia en el esquema de juego de Pékerman es vital. Tres goles y tres asistencias, suma el madridista en las seis fechas que ha jugado en las eliminatorias para Rusia 2018. James faltó a los dos partidos iniciales, que dejaron un balance de una victoria y una derrota para su selección. Faltó, también en aquel entonces, por la polémica lesión que comenzó su anus horribilis y que desató el comienzo de las malas relaciones entre el cuerpo técnico colombiano y el club blanco. Y faltó precisamente en la derrota contra Uruguay, rival directo en las eliminatorias y contra el que pretenden apurar hasta el último momento a la estrella madridista en la segunda fecha que se disputará el próximo martes.

Todo esto bajo la atónita mirada del Real Madrid quien, cómo ya explicó el director de OKDIARIO Eduardo Inda, “tiene un cabreo sideral con James y con la Federación colombiana”.  Porque este no es el primer desencuentro entre el club blanco, selección y jugador. Todo inicio con el calamitoso diagnóstico por parte del cuerpo médico colombiano en un amistoso contra Perú. Las presuntas “molestias” acabaron dilatándose en una lesión que apartó a la estrella dos meses de los terrenos de juego. Y continuó con la famosa lesión del hombro en la pasada Copa Centenario, la cual tampoco tuvo nunca una explicación esclarecedora.

Es por eso que ahora no se entienda que el jugador pueda tirar por la borda todo el progreso del último mes. De nuevo por una lesión que exige un tratamiento delicado y en la que disciernen lo galenos de ambas partes. La intención tanto del cuerpo técnico colombiano como de James es firme. Y forzarán hasta el último momento para el encuentro contra Uruguay. Para ello han hecho pruebas al jugador, pero mantienen el hermetismo respecto al diagnóstico. Así no reconocen su lesión y se le quedan para trabajar, incluso con una cámara hiperbárica, para la puesta a punto. La novela entre el Madrid y la Selección Colombiana vive su tercer capítulo.

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