Todo o nada en seis finales

El Castilla se ha complicado la vida. El playoff, objetivo de la temporada, está a cuatro puntos cuando aún quedan por disputarse 18. El panorama no es sencillo para Solari y sus chicos. Pero hay tiempo para remediar la situación y volver a engancharse al tren de los 16 elegidos que tendrán la oportunidad de pelear por jugar la temporada que viene en Segunda División.

Para conseguirlo, el Castilla es consciente de que tiene que hacer un fortín del estadio Alfredo di Stéfano, donde le quedan por jugar tres duelos, y deberán sacar todos los puntos posibles lejos de Valdebebas. En el primer duelo donde tiene que dar la talla es ante el Arenas Club. Todo lo que no sea sacar los tres puntos para la escuadra blanca podría significar el despedirse de la fase de ascenso. Enfrente llegará a la Ciudad Real Madrid un equipo que actualmente vive en tierra de nadie pero una derrota les podría meter en un lío que les obligase a coquetear con los puestos de descenso. Un equipo peligroso al que el Castilla debería superar.

Este será el primer duelo a vida o muerte para el filial madridista. Después llegarán otros cinco. Deberán visitar Las Gaunas para medirse al Logroñés, recibirán al Sanse, visitarán Navalcarnero, cerrará el curso en casa ante el Mensajero y la temporada finalizará frente al Albacete. Un calendario que les permitirá no tener que realizar largos viajes pero sí se tienen que enfrentar ante rivales que se van a juegan el descenso, a excepción de los manchegos.

Apoyo del Di Stéfano

Y para lograr el reto necesitan también el apoyo de un madridismo que se ha desconectado del Castilla este curso. La afluencia al estadio situado en Valdebebas ha bajado en casi mil aficionados este curso. El hecho de que los titulares del Carnet Madridista y el público en general no puedan adquirir entradas si no van acompañados de un socio influye. Quedan tres finales en casa y el equipo necesita el aliento de sus aficionados.

«Nosotros estamos felices con los que vienen. Además saben como funciona un equipo especial como el Castilla, pero nosotros queremos que vengan más. Ojalá viniesen los 80.000 del Bernabéu, aunque no se ni como los meteríamos. Sería magnífico. Ojalá que los contagien y se acerquen a ver el crecimiento de los chicos. Alguno de ellos se va a filtrar al primer equipo y no se los deben perder cuando son jovencitos», asegura Solari a la conclusión del partido que midió a los blancos con el Barakaldo.