El Castilla también sabe sufrir (0-2)

No hay quien los pare. Da igual quien se ponga delante. Este Castilla sabe ganar goleando, como ha demostrado en las dos últimas jornadas, pero también sufriendo, como hizo ante el Cerceda. Los chicos de Solari demostraron en tierras gallegas que se han hecho mayores para vencer por 0-2 y dejar claro que están muy vivos.

Comenzaba fuerte el Castilla en O Roxo. Las dos últimas victorias habían convertido a los chicos de Solari en un equipo nuevo. Ya no penaban por los campo del Grupo I de Segunda B, ahora jugaban, mandaban y disfrutaban. Y ante el Cerceda no iba a ser una excepción.

Sostenidos por un Jaume prodigioso, el centrocampista se multiplicaba en ataque y en defensa, con una defensa sólida y un ataque lleno de peligro, los blanco plantaron cara desde el inicio a un bloque gallego que no atraviesa su mejor racha, pero que tenía ganas de resarcirse a costa del filial. Así, ambos conjuntos nos regalaron unos primeros minutos tremendamente parejos que apunto estuvo de desequilibrar Dani Gómez, pero el de Alcorcón no aprovechó un pase excelente de Óscar.

El de Talavera estaba especialmente brillante en Galicia. Desde que Solari ha decidido colocarle en su posición la mejoría es notable. El Castilla gana y Óscar brilla. Sólo tenía la deuda del gol, pero en Cerceda la saldaría para adelantar al Madrid con un gol prodigioso de falta. Lo que tantas veces hizo la temporada pasada con el Guti Team, lo repetía con el Castilla por primera vez en la temporada.

Con ventaja en el luminoso, Dani Gómez estuvo cerca de hacer el segundo, pero su remate de cabeza se marchó por muy poco. El Cerceda dio un paso hacia adelante, aunque fue en ese momento cuando se vio la mejor versión defensiva del Castilla. Los de Solari han echado el candado a su arco y los coruñeses lo sufrieron. Los gallegos lo intentaron, pero siempre se toparon con un muro blanco que llevó al Castilla con ventaja al intermedio.

Sufrir y matar

La segunda mitad arrancó con un claro color blanco. El Castilla dominó, inquietó la meta rival y fue mejor, hasta que el Cerceda dio un paso hacia adelante. En ese momento, por primera vez en todo el partido, el filial madridista se sintió amenazado. Los de Solari habían perdido el centro del campo y, a pesar de que entró Cristo por Dani Gómez, a los blancos no les duraba el balón.

Tras la tormenta gallega, llegó la calma y la balanza se volvió a equilibrar. Seoane dio un susto al Cerceda con un gran disparo que obligó a los locales a mirar a su portería. La contienda se volvía a igualar. Y Solari, consciente de que todavía no tenía a su favor la media, dio entrada a Fidalgo por un Óscar que había hecho un grandísimo partido. 

El Cerceda insistía con centros que los centrales blancos despejaban una y otra vez, mientras que el Castilla buscaba una contra que les permitiese cerrar el partido. Y en uno de esos ataques a punto estuvo el filial de encontrar el premio gracias a la falta de entendimiento entre la defensa y el portero, aunque finalmente terminaron salvando los muebles.

Los minutos finales fueron un tormento. Al Castilla le tocó sufrir ante un Cerceda volcado. Los balones caían en el área blanca sin cesar, hasta que los pillaron. Cristo lanzaba una contra que continuaba Franchu. Los blancos salían como flechas con cuatro jugadores y era Reguilón el que sentenciaba. 0-2 y tercera victoria seguida. Este Castilla vuela alto.