El Castilla jugó como nunca y perdió como siempre (1-0)

El Castilla cayó derrotando ante el Adarve en el Vicente del Bosque (1-0). Una injusta expulsión de Óscar perjudicó a un filial que fue mejor con 11 y con 10 jugadores. Los de Solari suman cinco partidos sin ganar y se meten en un lío.

El Vicente del Bosque no era el mejor sitio para empezar a recuperar sensaciones. O sí. Por lo menos el Castilla lo intentó todo para volver a creer. Para sentir que son capaces. Para demostrar que son mucho mejores de lo que los resultados dicen. Así plantaron cara durante todo el partido.

Los blancos salieron valientes. Con alegría. Franchu se hacía fuerte en la banda derecha y creaba peligro cada vez que, con su particular garra, arrancaba y pisaba área. El Adarve también respondía y con balones altos metían el miedo en el cuerpo a los de Solari. El partido era de poder a poder. La igualdad dominaba. Hasta que el colegiado decidió romper la balanza a favor de los locales.

No se había cumplido el primer cuarto de hora cuando Óscar saltaba con Olmedo y el árbitro decidía expulsar al talentoso jugador madridista. Una vez más, los colegiados se cebaban con el filial. Una acción de amarilla se convertía en una roja directa tremendamente rigurosa. Minutos después se vio que el rasero no era igual para los dos equipos. Dos acciones muy similares del Adarve, una más grave, quedarían en amarilla.

La inferioridad numérica sacó toda el amor propio de un Castilla que comenzó a hacerse dueño del partido. Los blancos eran menos, pero parecían más. Por fin, tras nueve partidos, al Madrid daba la sensación de que le empezaban a salir las cosas, pero el gol, aunque hubo opciones, no llegó.

Duelo de porteros

Los minutos fueron pasando. El Madrid era mejor, pero el Adarve resistía y, en cuanto tenía opciones, creaban peligro. Cada balón colgado al área de Belman disparaba las pulsaciones de los de Solari. La igualdad predominaba por encima de todo. Hasta en los arcos.

Primero fue el Madrid el que hacía emplearse a fondo a Parra. Un gran disparo de Quezada lo sacaba el meta rival y el rechazo lo volvía a despejar un portero que se hacía enorme. Pero Belman no fue menos y minutos después otras dos grandes intervenciones suyas evitaban que el Adarve se adelantase. El partido estaba en todo lo alto y el que encontrase el premio iba a tener muchas opciones de llevárselo.

Y el que lo encontró, no podía ser de otra manera para un Castilla que se le vuelve todo en contra, fue el Adarve. Un córner madridista terminaba en una contra letal de los rojinegros en la que Fran García no iba a fallar. El Madrid había sido mejor. Merecía más. Pero perdía otra vez.

Con la moral muy tocada y con el Adarve jugando al otro fútbol, ese que el Castilla no termina de entender, se fue muriendo el partido y las ilusiones madridistas. Esta vez los blancos fueron mejores, pero una vez más no fue suficiente. Los chicos de Solari se hunden.