Las causas de la crisis del Castilla: bloqueo mental, lesiones y arbitrajes

El Castilla está pasando una de las peores crisis de los últimos 20 años. Hay que remontarse al año 2009 para volver a vivir una situación parecida. Aquella temporada, la primera de Alejandro Menéndez como entrenador, el filial madridista también había conseguido ocho puntos tras ocho partidos. Como este año, no pisaba las posiciones de descenso, pero sí las merodeaba de manera preocupante. Ese curso el Castilla terminaría salvándose tras finalizar en mitad de tabla.

Ahora, la situación se repite. Los chicos de Santiago Solari no terminan de encontrarse y en el club se empieza a ver con alarmismo como los blancos están bloqueados y no son capaces de reaccionar. Da igual que jueguen en casa o fuera, el equipo transmite las mismas sensaciones. Y no son nada positivas.

El entidad quiere mantener la calma y seguir dando confianza a Solari y al grupo. Por el momento, el entrenador argentino continuará. Un gran sector de la plantilla no culpa al entrenador de los que está sucediendo y prefieren agarrarse a la mala suerte y a los errores arbitrales. Pero el problema es más profundo.

Bloqueo mental

El Castilla es un equipo bloqueado y frágil mentalmente. Un ejemplo se vio frente al Pontevedra. Los canteranos salieron valientes y con ganas de agradar. En los primeros 10 minutos dominaron el partido, crearon peligro y mostraron que tienen capacidad para hacerlo mucho mejor de lo que realmente lo hacen. Pero en cuanto Jaime Sánchez se lesionó y el Pontevedra despertó, el bloque se desconectó y ya nunca más se encontraría. Poco a poco los gallegos fueron ganando terreno y finalmente el equipo se diluyó hasta que dejó de ser una amenaza para el rival.

Nadie duda de que la falta de fútbol, los fallos defensivos y la escasez de apoyos que tiene Dani Gómez en ataque, lo que lleva a que los blancos sólo sumen ocho dianas, es un problema. Pero la extremada fragilidad mental hace que al mínimo contratiempo cualquier plan se vaya al traste.

Lesiones y arbitraje

Las lesiones son otro de lo escollos que están teniendo los de Solari. Frente al Pontevedra, Manu y Jaime con problemas musculares y Campuzano con un golpe se unieron a un parte de baja en el que ya figuraban Luca, Arturo y José León. En ese apartado tampoco están teniendo suerte los madridistas.

Y luego están los arbitrajes. Es cierto que este curso los colegiados no se están equivocando tanto con el filial como la pasada temporada, pero en diferentes momentos puntuales les han penalizado. El peor momento se vivió en Navalcarnero, cuando Óscar fue expulsado de manera ridícula.