Un accidente inesperado

Tienen que pensar que fue un accidente, ya que la tendencia invita a creer que lo sucedido en el sábado en el estadio Alfredo di Stéfano fue la típica caída que de vez en cuando sufre un equipo. El Castilla fue vapuleado por un Logroñés que abandonaba incrédulo las instalaciones de Valdebebas, ya que no terminaban de comprender como con tan poco sacaron tanto. Y es que, lo que más le pudo doler a un Castilla que dejó la Ciudad Real Madrid con cara de funeral fue ese detalle. Los riojanos no necesitaron ser un rodillo, ni siquiera practicar un gran fútbol, para golear al primer filial madridista.

Solari, un entrenador que siempre ve el lado positivo a las cosas tanto en la derrota como en la victoria, mostró su cara más apenada. Al ser cuestionado en rueda de prensa por lo sucedido sobre el césped fue muy claro, «nos ha salido todo mal». «Cuando el partido mejor estaba para nosotros, marcaron ellos y cambió la dinámica. Cada acercamiento de ellos fue un gol. Es un partido para olvidarnos pronto de él y pensar en el siguiente», añadió.

Ahora, el Castilla quiere demostrar que lo sucedido fue un tropezón que, a pesar de la goleada, se tiene que superar lo antes posible. Solari alabó la actitud de sus chicos en la segunda mitad, tras quedarse con 10 por la expulsión de Achraf y pelear hasta el final por maquillar el desastre: «En la segunda parte hubo entrega, compromiso, cuando nos quedamos con 10. Se intentó marcar y se dominó».

Trabajar y trabajar es lo que le toca al filial antes de encarar el próximo domingo a las 12:00 horas en Matapiñonera un nuevo enfrentamiento ante el San Sebastián de Los Reyes. Los chicos de Solari quieren olvidar la derrota cuanto antes y buscarán sumar sus tres primeros puntos lejos de casa visitando a un club vecino. Además, los puestos de playoffs, principal objetivo del Castilla, siguen a tiro ya que los resultados han acompañado en los últimos tiempos.