Achraf señala el camino a un Castilla que recupera la sonrisa (3-0)

Partido de extremos el que realizó el Castilla ante el Socuéllamos. Los de Solari jugaron un primer acto soso, malo, donde se llevaron como botín un gol de Enzo Zidane de penalti. Después, el entrenador argentino dio con la tecla y el filial se desmelenó. Vergos, que se estrenaba, y Odegaard cerraron la cuenta. Aunque el gran protagonista fue Achraf y su exhibición.

El Socuéllamos, como se esperaba, salió bien al césped de Valdebebas. Los hombres de Ángel García Cosín necesitaban puntuar y lo demostraron desde los primeros minutos siendo más protagonistas en el juego que un Castilla que pagó en los primeros minutos jugar sin su hombre escoba, Fran Tena. Solari, por primera vez en la temporada, decidió dejar en el banquillo al sevillano y el Castilla perdió poderío en el centro del campo, aunque ganó calidad en ataque.

Mientras los blancos ajustaban piezas, con Valverde actuando de cinco, su posición en Sudamérica pero que no había probado todavía en el fútbol español, los de Ciudad Real intentaban generar ataques rápidos que pillaran a la defensas madridista desordenada. Gozaron de oportunidades, pero en ningún momento se pudo decir que sus acercamientos al área defendida por Carlos Abad eran ocasiones claras de gol. El Castilla tuvo su oportunidad más clara en las botas de un Achraf que rememoró su etapa de delantero para ocupar la posición de ‘9’. Aunque no tuvo suerte en su intentona de hacer diana.

Casi sin querer el Castilla encontró el gol. Un penalti por mano dentro del área del Socuéllamos terminó con Enzo en el punto fatídico y, tirando de sangre fría, batiendo a Ulbrich a lo Panenka. Ventaja para un Castilla que, posiblemente, no se la merecía, pero le venía muy bien. El Yugo la tuvo a balón parado, pero la pelota se marchó alta. Así se fueron ambas escuadras al vestuario. Poco fútbol y un gran botín para los chicos de Solari.

Los cambios de la alegría

La segunda parte fue otra historia muy distinta para el Castilla. Abner y Nikos Vergos entraron en escena por Tejero y Campuzano y el equipo blanco empezó a fluir. Enzo, Sergio Díaz y Odegaard eran felices con el delantero griego por delante y con Abner y Achraf como puñales por las bandas. El Madrid atacaba en oleada y el Socuéllamos lo empezó a pagar. Eso sí, antes de que el filial se desmelenase el Yugo pudo lograr la igualada. Última ocasión trascendente para los manchegos.

Achraf, mucho mejor en estos segundos 45 minutos, empezó a hacer lo que más le gusta: subir y crear peligro. Así llegó el primer gol del Vergos como madridistas. El internacional absoluta por Marruecos cogió la moto, pisó área mientras los defensas del Socuéllamos sólo podían mirarle de lejos, levantó la cabeza y sirvió un balón forma de regalo al delantero griego que sólo la tuvo que empujar. El gol de la tranquilidad ya lucía en el marcador del Di Stéfano. Pero el Castilla quería más.

Tres minutos después llegaría el tercero. Achraf, sí, otra vez Achraf, recuperaba en el centro del campo, encaraba, rompía a dos defensores, cedía a Odegaard y, aunque el de Getafe estaba en boca de gol esperando el pase de su compañero noruego, fue Martin el que disparó para hacer el 3-0. El Castilla sentenciaba la contienda con media hora por delante. El marcador no se movió más, aunque el Madrid tuvo oportunidades. Vergos estuvo cerca de hacer un golazo de vaselina, pero el balón se marchó alto. En el descuento el Socuéllamos pudo hacer el gol de la honra, pero Hermoso lo evitó. 3-0 y el Castilla vuelve a sonreír.

El Castilla coge oxigeno tras dos derrotas seguidas y encadenar tres partidos sin ganar y vuelve a mirar hacia los puestos de playoffs. La próxima jornada buscará ganar su primer partido fuera del Valdebebas ante el Zamudio.