REAL MADRID VS FENERBAHCE: JORNADA 29 DE EUROLIGA

El líder despierta a tiempo (61-56)

Real Madrid
Ayón lanza a canasta ante la oposición de Udoh. (EFE)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

No era un partido cualquiera en el Palacio. Dos de los principales candidatos a ganar la Euroliga se medían en un choque, eso sí, carente de contenido competitivo para los blancos. Con ambos equipos clasificados para los cuartos de final, la única duda que quedaba era si Fenerbahce conseguiría hacerlo como cabeza de serie. El Real Madrid, después de una primera parte muy mala y una segunda, sobre todo en el último cuarto, con galones de campeón, se llevó el gato al agua (61-56) y aseguró el liderato una semana más y puede que para siempre.

Después de un inicio marcado por una nueva canasta inverosímil de Sergio Llull, que esta vez no esperó para soltar una de sus mandarinas, el ritmo de partido favoreció en todo momento a Fenerbahce, que gracias a sus perros grandes dominó la pintura y desde ahí empezó a abrir el campo para encontrar también canastas abiertas.

En el aro contrario, el Madrid por momentos pareció encontrar una tapa que no era más que el reflejo de su falta de velocidad en la circulación. Al fin y al cabo, no contar con recompensa competitiva merma la motivación de los jugadores, y también su acierto.  Así pasaron los minutos, con Fenerbahce al mando y el equipo blanco a rebufo, sin encontrar sensaciones, pero a un acelerón de hacerse con el mando. El descanso llegaba con el aburrimiento de todo el Wizink Center, que entre el ritmo y el desacierto de los suyos clamaba por algo de fiesta para la noche del viernes.

La segunda mitad comenzó igual que terminó la primera, y el Madrid tuvo que sobrevivir durante muchos minutos a base de tiros libres y un triple de Maciulis. Trataba de despegarse Fenerbahce con Vesely y Udoh tratando de hacerse grandes en la zona, pero un triple de Rudy dio el pistoletazo de salida a la remontada del Real. Si el balear fue el iniciador, Llull volvió, una vez más, a tener el papel preponderante en el regreso al liderato de su equipo.

Dos canastas consecutivas, bandeja con adicional y triple en carrera, recordaron al Palacio quién manda en la Euroliga y que el espectáculo llega cuando el ritmo lo marca el ’23’. La bocina del tercer cuarto llegó con el Madrid por delante y en versión dominante, y solo un minuto hizo falta del último periodo para que la máxima, de nueve puntos, campara en el marcador con un nuevo triple de un notable Rudy.

Reaccionó Fenerbahce y lo hizo a la par el Palacio, que pensaba, y con razón, que los árbitros habían bajado el listón desde que se cabreó Obradovic. Un triple de Doncic, apagado hasta el momento, demostró que el partido había pasado al balcón del Madrid y el que se encargó de demostrarlo fue el menos esperado, por fondo y forma. Trey Thompkins, con un crossover que recordó a Allen Iverson puso de nuevo los nueve de diferencia para delirio de los aficionados.

Bogdanovic puso el miedo en el cuerpo y la desventaja en tres, pero el poderío de Doncic en su aro puso pegamento a la victoria del Real Madrid. La 22ª victoria es una realidad para el líder, al que le pueden jugar a pocos puntos, le pueden provocar el sueño, pero frente a su público siempre acaba despertando para ganar.

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