Los triples condenan al Real Madrid a la derrota (87-96)

El Real Madrid no pudo hacerse con la victoria en su duelo frente al CSKA de Moscú, que se llevó el triunfo del Barclaycard Center por 87-96, en un encuentro muy disputado pero que se decantó en el último cuarto gracias al gran acierto de los rusos. Con esta derrota, el equipo blanco se complica su pase a los cuartos de final y tendrá que luchar en los próximos encuentros fuera de casa para superar la ronda del Top 16 de la Euroliga. Gustavo Ayón fue el jugador más destacado con 20 puntos y 12 rebotes. 

El partido prometía emociones fuertes y desde el inicio ambos conjuntos lucharon de poder a poder. Con todos frescos, las defensas se imponían y las alternancias en el marcador se sucedían. Mención especial a la figura de Sergio Llull, capaz de frenar a la estrella rival, Nando De Colo, y dirigir el juego para que los interiores pudieran anotar hasta el 18-18 con el que se llegó al final del primer cuarto.

Con Gustavo Ayón haciéndose fuerte bajo los tableros, las rotaciones pudieron mantener el nivel físico de los titulares en ambos conjuntos. Las diferencias eran mínimas hasta que los blancos, que abusaron del lanzamiento de tres puntos (8/32 al final del partido), dejaron de tener acierto alguno en sus ataques. CSKA aprovechó la oportunidad para, liderado por Teodosic, marcharse con nueve puntos de ventaja. Una gran acción de Felipe Reyes y un triple en los últimos segundos de Llull reducían la diferencia con todo abierto para la segunda parte.

CSKA, más sólido que  un impetuososo Madrid

Una mejorable salida al campo para retomar el partido volvió a devolver una cómoda ventaja al CSKA, sin embargo, a raíz de una técnica a Kyle Hines, el Palacio encendió a los suyos, que lograron devolver las tablas al marcador y hacer a la afición creer en la victoria. Los tiros libres mermaban las capacidades blancas, pero el coraje estaba por encima del acierto.

Sin embargo, los tiros de campo no entraron en el último periodo, y la floja defensa del Real Madrid fue penalizada por los exteriores moscovitas, que bombardearon a triples el aro merengue. Según pasaban los minutos la diferencia se ampliaba, y solo en el último minuto, en el que tras un robo de Ayón y canasta de Llull el Madrid se ponía a cinco puntos, hubo algo de esperanza. Era demasiado tarde, el CSKA se llevaba la victoria por 87-96 y a los blancos les tocará mejorar y seguir peleando para superar la ronda.