Sergio Llull hace lo imposible para dar el triunfo al Real Madrid
El Real Madrid logró la victoria en la Fuente de San Luis tras derrotar a Valencia Basket por 94-95, en un encuentro en el que los blancos fueron siempre a remolque en el marcador, pero lograron llevarse el triunfo en el último segundo con una canasta inverosímil de Sergio Llull, desde su propio campo. El menorquín finalizó el partido con 17 puntos.
Partido difícil el que afrontaba el Real Madrid después del gran esfuerzo realizado el pasado jueves para vencer al Brose Baskets en Alemania. Los pupilos de Pablo Laso llegaban a Valencia sin Sergio Rodríguez, fuera de la convocatoria por molestias musculares, baja que se sumaba a las ausencias ya habituales de Trey Thompkins, por asuntos burocráticos, y Rudy Fernández.
¡¡¡La canasta del año!!! ¡¡¡¡@23Llull gana el partido desde su pista!!!! (94-95) #LigaEndesa https://t.co/3gDHHTfxhy
— Liga Endesa (@ACBCOM) 28 de febrero de 2016
Valencia Basket dominó el inicio de partido gracias a su punto extra de intensidad y la inspiración de sus interiores Sikma y Dubljevic, que se aprovechaban de la carga de faltas de Ayón y Hernángómez. Demasiados puntos recibidos que solo veían réplica en la figura de Jaycee Carroll, evitando que la diferencia se disparase.
La misma tónica siguió el segundo cuarto. Valencia, con confianza y dominando en el luminoso, mientras que el Madrid sufría para mantener la ventaja por debajo de los diez puntos. Nocioni y sus triples (5/5 en el partido), eran la fuente anotadora del equipo de Laso, que debía remontar en la segunda parte (54-44).
Defensa para sobrevivir, Llull para el éxtasis
Después de lograr una máxima en el marcador de 13 puntos, Valencia comenzó a encontrar problemas para superar la defensa del Real Madrid, con dos pívots ágiles y grandes como Ayón y Ndour en pista. Maciulis y Carroll, por su parte, bombardeaban el aro taronja para dejar a los blancos rozando una igualada que no solo no llegó, sino que abrió otro parcial favorable a los locales para volverse a distanciar.
La defensa merengue continuó con su mejoría en el último periodo, donde la presencia de Taylor daba un plus de solidez en el exterior. Los triples de un inspiradísimo Rafa Martínez habían martirizado al Real, pero poco a poco y en base a buenos ataques, el marcador se iba igualando.
Los últimos minutos tuvieron un nombre propio: Sergio Llull. El menorquín se echó el equipo a las espaldas en un partido en el que no había estado demasiado acertado. Dos canastas suyas permitían empatar el luminoso a falta de tres segundos para el final, cuando Diot logró lo que parecía la canasta ganadora para el delirio de los asistentes a la Fuente de San Luis, pero Llull no había dicho su última palabra. Un segundo en el reloj, casi veinte metros de distancia, y una canasta que pasará a la historia en un partido épico que se llevó el Real Madrid.