YA ES MÁXIMO GOLEADOR DE LA HISTORIA DEL CLUB

Rooney salva un punto en el 94′ para el United (1-1)

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Wayne Rooney celebra su gol 250 con el Manchester United. (getty)
Miguel Zorío

El Manchester United no pudo pasar del empate a uno ante Stoke City. Un gol de Mata en propia puerta a los 19 minutos de la primera mitad condenó a los de Mourinho a la remontada desde el inicio. El español metió el pie para intentar cortar el centro de Pieters, sin embargo, la desvió y el balón terminó entrando por el palo de De Gea. Pero Rooney respondió con un auténtico golazo de falta lateral en el 94 para dar un punto a los suyos.

Pese al mazazo no se vinieron abajo y buscaron darle la vuelto al encuentro. Lo intentaron por activa y por pasiva, su domino era claro, tenían la posesión del balón y se acercaban poco a poco a la portería defendida por Grant. Pero no había manera de perforar la meta rival. No era el día de los Red Devils. Y es que a pesar de tener el control del encuentro esa acción, condicionada por la mala fortuna, les mantenía abajo en el marcador al descanso.

En la reanudación Mourinho no quiso tocar nada, estaban teniendo el control del choque pero tan sólo faltaba el gol. El Stoke había llegado una vez y había marcado. Necesitaban remontar y para ello quitó a Fellaini y sacó a Rashford pasados los 10 minutos de la segunda mitad. Con él en el campo, el Manchester United mejoró sensiblemente su producción ofensiva.

Aún así no era suficiente para intentar sacar petróleo de su visita al Bet365 Stadium, más conocido como Britannia Stadium. No estaban atinados de cara a puerta y parecía que el Stoke se iba a terminar llevando un triunfo que alejaba al conjunto de José Mourinho de las plazas de puestos europeos. Pero los Red Devils no se rindieron y Mourinho sacó toda la artillería al terreno de juego.

Rooney y Lingard entraron para intentar sumar al menos un punto. Y cuando todo parecía perdido, cuando todo parecía visto para sentencia, apareció el hombre del United, Wayne Rooney para anotar un tanto muy especial al filo del pitido final, en el 94. No sólo valía un punto de oro para su equipo, teniendo en cuenta la derrota del Liverpool, sino que también se convertía en el máximo goleador de la historia del Manchester United con 250 dianas.

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