Hoy Javier Cárdenas te cuenta lo que ha hecho una de las grandes multinacionales del cemento francés y la sanción que se ha llevado por lo que hizo.
El fabricante de cemento francés Lafarge se declaró el martes culpable de una acusación estadounidense de haber realizado pagos a grupos designados como terroristas por Estados Unidos, entre ellos el autodenominado grupo Estado Islámico (EI), aceptando pagar casi 800 millones de dólares en multas y decomisos. La confesión en el tribunal federal de Brooklyn supuso la primera vez que una empresa se declara culpable en Estados Unidos de cargos por proporcionar apoyo material a una organización terrorista. Lafarge, que pasó a formar parte de Holcim, que cotiza en bolsa, en 2015, también se enfrenta a cargos de complicidad en crímenes contra la humanidad en París por mantener una fábrica en funcionamiento en Siria tras el estallido de un conflicto en 2011.
Durate este periodo, Lafarge y LCS pagaron a ISIS y ANF, a través de intermediarios, el equivalente a aproximadamente 5,92 millones de dólares (6 millones de euros) y también pagaron el equivalente a unos 1,1 millones de dólares (1,1 millones de euros) a terceros intermediarios por negociar y realizar pagos a ISIS y ANF en nombre de Lafarge y LCS. Lafarge acordó renunciar a 687 millones de dólares (698 millones de euros) y pagar una multa de 90 millones de dólares en su declaración de culpabilidad. El fabricante de cemento admitió previamente, tras una investigación interna, que su filial siria pagó a grupos armados para ayudar a proteger al personal de la planta. Pero había negado las acusaciones de complicidad en crímenes contra la humanidad. Grupos de derechos humanos en Francia acusaron en 2017 a Lafarge de pagar 13 millones de euros a grupos armados, incluidos militantes del grupo IS, para que siguieran operando en Siria entre 2011 y 2015.