Robles, con Israel; el PSOE, con Palestina

Robles, con Israel; el PSOE, con Palestina

La noticia exclusiva que hoy aporta OKDIARIO sobre las actividades de ‘PAZ’ –el satélite secreto de las Fuerzas Armadas– es, ante todo, un motivo para celebrar el potencial de España como país. Muy pocas naciones en el mundo disponen de la tecnología y los medios capaces de situar en la estratosfera un instrumental de espionaje de semejante sofisticación y eficacia. Del mismo modo, produce agrado comprobar que España tiene presencia activa e incisiva en los grandes conflictos de nuestro tiempo –la guerra de Siria ha sido uno de ellos–; y que lo hace tanto para apoyar de forma clara a las fuerzas de Occidente –de Israel, en este caso– como para combatir a la barbarie yihadista.

Que lo hasta aquí descrito suceda bajo un Ejecutivo de signo socialista no deja de resultar llamativo y de invitar, por tanto, a la reflexión; porque en amplios espectros de la Izquierda política, de los que el PSOE no está exento de participación, se cultiva una actitud ´comprensiva´ hacia los movimientos populista-revolucionario de cuño tercermundista. De la comprensión a la complicidad con estas causas violentas, cuyo común denominador suele ser el odio a la civilización occidental, sólo media un paso que dicha Izquierda en muchas ocasiones no ha tenido empacho en cruzar. La indiscriminada brutalidad de los atentados terroristas contra civiles indefensos ha puesto algo de sordina a este apoyo, que de forma larvada continúa ahí.

Por esto mismo, resulta llamativo, decimos, que las acciones de espionaje por parte de un satélite militar español en favor de Israel sucedan bajo un Gobierno del PSOE. Vemos, así, la escenificación de la doble alma del Partido Socialista: en los momentos de mayor responsabilidad, un cierto sentido de la institucionalidad les permite situarse en el bando correcto de la Historia; pero luego, en el día a día, flirtean con la demagogia altermundista hasta el momento posterior a cualquier atentado, cuando descubren, horrorizados, que Hamás, Hizbulá o el movimiento que surgió de la llamada Primavera Árabe tiene muy poco que ver con el aroma a sándalo multicultural que desprenden los anuncios de Benetton o de Calvin Klein. Los valores de Occidente –la secularidad, la emancipación de la mujer, los Derechos Humanos, la democracia-liberal, etc.–, difícilmente los encontraremos fuera de Occidente. En el PSOE, como en tanto otros lugares, sobra pathos y falta logos.

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