Plus Ultra

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El rescate de la aerolínea Plus Ultra mediante la asignación de 53 millones de euros del Fondo de apoyo a la solvencia de empresas estratégicas no va a pasar de ser el escándalo del mes del Gobierno de Pedro Sánchez en el marco de su relación con el régimen de Nicolás Maduro.

Y efectivamente es así. Da igual que con la aprobación de esta financiación se haya pasado por encima de todos los requerimientos económico-financieros, de implantación en el mercado, de afección por la pandemia, e incluso de carácter estratégico. ¡No va a pasar nada!

No va a pasar nada aunque tengan éxito las quejas presentadas por varios eurodiputados españoles ante la Comisaría de la Competencia señalando la flagrante violación en los condicionantes requeridos. Ante una solicitud de rectificación por parte de Europa se iniciaría un proceso de pseudo-recuperación de los fondos transferidos que nunca se tramitaría de forma ejecutiva.

Y no va a pasar nada a nivel político, no ya al presidente Sánchez, sino tampoco a los responsables de los ministerios involucrados en la aprobación, indiciariamente prevaricadora, del rescate. De hecho, uno de esos responsables, la ministra de Hacienda María Jesús Montero, ha justificado la ayuda y reafirmado su adecuación a los criterios, eso sí, sin aportar documentación que avale ese cumplimiento.

Es impagable para Sánchez el papelón que realizan personajes como Ábalos, Calvo o la propia Montero. Se mueven con tal soltura en la falsedad y la falta de rigor intelectual que se les puede enfrentar con solvencia a cualquier impostura. Pero en el caso de Montero es especialmente valorable, ya que tiene que defender sus incongruentes razonamientos con una engolada puesta en escena, con su frecuente dislexia y esa rara habilidad para sesear y cecear en la misma palabra. En el caso que nos ocupa salvó el punto de break con un resto ganador en el que con su habitual desfachatez cambió la carga de la prueba: – Sería interesante conocer por qué algunos están empeñados en que determinadas empresas no reciban ayudas… – espetó. ¡Y ya está, asunto solucionado! 

Pero dejemos a la ministra y vamos un momento a la justificación de esta actuación del gobierno socio-comunista. Por enésima vez han tomado una medida que resulta incomprensible y que se une a otras decisiones y movimientos del último año: el Delcygate, la luz de gas a Guaidó, el intento de reconocer la validez de las elecciones legislativas, la pleitesía de exteriores al dictador con visita incluida de la secretaria de estado Cristina Gallach

Y es que nadie puede explicarse que lleguen a tanto, que estén dispuestos a dejarse tantos pelos en la gatera por ayudar a un régimen económicamente defenestrado e inaceptable política y socialmente.

Todo el acercamiento ideológico, soporte financiero y blanqueamiento político del régimen bolivariano está trayendo consecuencias en nuestras relaciones internacionales, incrementando el desapego con España de la Unión Europea y provocando represalias políticas y económicas de los EEUU. Y en el ámbito nacional, aunque con cara de palo se crean capaces de ocultarlo o justificarlo, termina siendo también un factor de desgaste para una sociedad que conoce lo que está pasando en Venezuela, entre otros motivos porque ha recibido a una parte de ese 20% de la población que ha tenido que huir de la dictadura chavista.

Plus Ultra. Nos sirve el propio nombre de la aerolínea rescatada para entender que las actuaciones de este gobierno pueden ir mucho más allá de lo que se puede explicar, más allá de lo que se puede aceptar, e incluso más allá de lo que de ellos se podría esperar. Por eso no hay más remedio que mirar más allá y vislumbrar que solamente la inconfesable cesión ante un chantaje, la ocultación de un enriquecimiento ilegal o una combinación de ambos pueden ser los motivos que las justifiquen.

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