Pensiones: la política del avestruz

Pensiones: la política del avestruz
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Hace algunas semanas, escribí acerca del sistema de pensiones español y de los retos que suponía, pues es necesaria su reforma completa para asegurar su viabilidad. No sirven paños calientes ni parches transitorios: se requiere de una cirugía profunda para poder atajar el problema y solucionarlo de manera estructural para las próximas décadas.

Hablaba en ese artículo, del debate celebrado en el Congreso, donde, una vez más, no se abordó el problema, porque los partidos políticos no quieren mencionarlo: unos, porque piensan que el dinero público crece en los árboles y todo lo solucionarían aumentando el gasto, hasta el momento en que el contribuyente no pueda ser exprimido más; otros, porque les aterra poner el foco en los problemas de un tema que afecta a muchos millones de personas, esto es, votantes en términos electorales, y quieren aplicar alguna chapuza transitoria para que el sistema siga un tiempo como hasta ahora.

Y esta semana pasada hemos vuelto a ver cómo los políticos preferían no ver la realidad e instalarse en el rédito político del corto plazo, en el debate de los Presupuestos Generales de Estado, donde el PNV, para rechazar las enmiendas a la totalidad, obligaba al Gobierno a incrementar las pensiones un 1,6%, invalidando, así, la fórmula de revisión de las prestaciones por jubilación que había puesto en marcha el Ejecutivo, con el asesoramiento del Banco de España, que pretendía que el sistema pudiese ir corrigiendo él mismo el cálculo de las prestaciones.

Ciudadanos, que no había solicitado la aplicación de dicha subida, corrió a apoyarla, desperdiciando, claramente, la posibilidad de abanderar la realidad y poner sobre la mesa este gran problema ante todos los españoles, pero, desgraciadamente, ya sabemos que el partido del señor Rivera nos tiene acostumbrados a cambiar según sople el viento y a no querer asumir el legado de gestión de los liberal-conservadores, que tan buenos frutos dio. Adicionalmente, el ministro Escolano anuncia que gravará a las empresas digitales con una tasa (el «impuesto» Google) para cumplir con el déficit y compensar el alza extra de las pensiones. Es un mero parche, pues el sistema es insostenible. Un error más del Gobierno en materia tributaria.

Desgraciadamente, el PP de Rajoy -que no el PP verdadero- ya ni tiene que explicar por qué sube los impuestos cuando lo hace, porque los ciudadanos ya asocian a dicho partido a las subidas impositivas. Los sube, contra lo que fue la doctrina del PP y, además, sin que le sirva para nada, pues el sistema de pensiones está matemáticamente quebrado en sus términos actuales. Con esa tasa, sólo conseguirá perjudicar a la economía y ralentizarla, cosa que agravará el problema del déficit y de la sostenibilidad de las pensiones.

Pues bien, no voy a repetir lo que ya dije en el anterior artículo sobre las pensiones, pero la realidad es que, tal y como contaba en él, el sistema de pensiones debe ser reformado porque, si no, quebrará, y cuando ello suceda, las medidas necesarias serán mucho más drásticas que las que se podrían tomar ahora, cuando todavía estamos a tiempo de cambiar hacia un sistema de capitalización con un período transitorio para los jubilados actuales y para quienes, por edad, no pueden ir ya hacia dicho sistema de capitalización. Esperemos que los políticos tengan valentía y lo propongan en el Pacto de Toledo; si no, el desastre estará asegurado y sólo faltará especificar la fecha.

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