Nadia Calviño, dispuesta a saltar del barco

Nadia Calviño, dispuesta a saltar del barco

A nadie se le oculta que Nadia Calviño se está buscando la vida y que no es la primera vez que aspira a un cargo de relevancia internacional. Ahora, cuando el Gobierno hace agua por los cuatro costados, la vicepresidenta económica del Gobierno está dispuesta a saltar del barco y ha puesto sus ojos en el FMI. Hace casi dos años, el Banco Mundial puso en marcha una investigación que afecta a la actual directora gerente del organismo, Kristalina Georgieva, por un presunto trato de favor a China cuando era funcionaria del Banco Mundial. Según ha podido saber OKDIARIO, esta investigación -iniciada por el Banco Mundial y externalizada posteriormente al bufete WilmerHale-, podría derivar en su relevo al frente del FMI. Y Calviño, que está al tanto, ya se ha movido para optar a la dirección del organismo.

Cabe recordar que ya en 2019 la vicepresidenta económica estuvo en la carrera por la dirección, pero su candidatura fue finalmente abortada por el Gobierno de Pedro Sánchez al no tener los apoyos necesarios frente al resto de candidatos, entre ellos la finalmente designada y actual directora, la búlgara Kristalina Georgieva. Entonces, el Gobierno disfrazó la debilidad de su candidatura argumentando que eran partidarios de buscar un acuerdo europeo y de «promover los consensos entre los países de la UE», pero ahora la candidatura de Calviño al FMI ofrecería al Ejecutivo de Pedro Sánchez una baza electoral extraordinaria en la antesala de unas elecciones generales y en pleno semestre europeo: si la operación sale adelante, Sánchez podría explotar en plena campaña el éxito de un Gobierno que ha conseguido colocar a su ministra de Economía en el organismo financiero de mayor relieve mundial, todo un reclamo electoral que, conociendo al personaje, explotaría con ahínco pensando en su propio interés. Lo vendería a bombo y platillo incidiendo en que el nombramiento de Calviño representa el aval internacional a su política económica, mientras exhibe músculo ante sus socios europeos en plena Presidencia de la UE.

El plan está en marcha, aunque a nadie se le oculta que un cargo tan goloso tiene muchos pretendientes. Si fructifica, Calviño habría logrado culminar sus sueños y Sánchez habría encontrado una baza inesperada para poner a pleno rendimiento las máquinas de la propaganda.

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