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Més confunde ciudadanía con parroquia

Més confunde ciudadanía con parroquia

Los ecosoberanistas de Més ya preparan las elecciones de 2023, con unas primarias en las que las candidaturas alternativas han tumbado las que había presentado el aparato. En realidad, es más de lo mismo, pero con distintas caras y hasta puede que modales. Por ejemplo, la candidata del aparato y alcaldesa de Esporles, Maria Ramon, fija su posición afirmando que «no se pueden dejar las instituciones de autogobierno en manos del españolismo y la extrema derecha». Una posición frontal y sectaria ante todo lo que no sea coincidente con su afán separatista, que en eso consiste llamar españolista o de extrema derecha, en función de la firmeza del discurso ajeno.

Precisamente, esta esquizofrenia de los nacionalistas -PSM primero y Més después- ha prevalecido para entrar en los gobiernos de los distintos Pactes de Progrés. Ahora, con la victoria en las primarias del alcalde de Deià, Lluís Apesteguia, que le convierte en candidato a presidir el Govern, el discurso estrena nuevo maquillaje que es más de lo mimo o tal vez no. Apesteguia: «No volveremos a ceder nunca más en la defensa de nuestros principios; el único pacto es con la ciudadanía». Vamos, que se radicalizan un poco más. Pero dando nota de color: «O seré presidente o no entraré en el Govern».

¿Quiere ello decir que Més no formará parte de un hipotético nuevo Pacte? Pues no parece que los separatistas vayan a dar el sorpasso al PSIB-PSOE, que ya les gustaría. ¿De verdad serán capaces de abandonar las poltronas? 

Pero seguirán apoyando un Govern progre desde sus escaños, porque está en el ADN de la oposición interna «no dejar las instituciones en manos de españolistas y extrema derecha». La diferencia es que le tocarían más los bemoles a un hipotético Executiu d’esquerres, puesto que Apesteguia nos avanza su convicción de «ser imprescindibles para construir una vida mejor para los ciudadanos». De la histeria de Ramon (¡no vamos a permitir!) al mesianismo de Apesteguia (imprescindibles para la ciudadanía). ¡Jopé! 

¿Se imaginan un Govern socialista solo que virado a la extrema izquierda,  apoyado por sus iguales pero con muchas ganas de tocar las pelotas?

Quiero llamar la atención sobre el empeño de Apesteguia en alzarse como el gran timonel de «la ciudadanía». Debería saber el alcalde de Deià que la palabra ciudadanía refiere «la condición que reconoce a una persona una serie de derechos políticos y sociales que le permiten intervenir en el día a día de una determinada comunidad». Baleares, pongamos por caso. De la misma manera que sabrá el buen hombre, imagino, que parroquia parece ir más acorde con su discurso, tan proclive a crear «jurisdicción espiritual» o para ser más prosaicos, imponer los dogmas totalitarios del separatismo. 

La ciudadanía es plural y en consecuencia incompatible con totalitarismos. 

Esta tropa sigue confundiendo ciudadanía con parroquianos, cometiendo el error imperdonable de restarle a una parte considerable de la población su carta de ciudadanía. Cada vez más, tienden a confundir las instituciones de autogobierno con entes por completo ajenos a la Constitución y el Estado de Derecho, que son precisamente los que dan legitimidad a las autonomías.

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