Los machistas estarán encantados con ‘fiscalas’ como esta

La asesora del Ministerio de Igualdad Teresa Arévalo declaró ayer ante el juez del denominado ‘caso Niñera’ por un presunto delito de administración desleal, al recibir dinero público por, presuntamente, cuidar de los hijos de Irene Montero. Arévalo, por supuesto, negó que su trabajo en el partido y el Ministerio consistiera en hacer de niñera de la pareja de Pablo Iglesias.

Lo más sorprendente fue la intervención de la ‘fiscala’, que más pareció la abogada defensora de la imputada que una funcionaria del Ministerio Público encargada de velar por la legalidad. En un momento determinado, se arranca con una pregunta reveladora de hasta qué punto su intención era más la de auxiliar a la asesora que otra cosa: «En el acto de campaña, como jefa de Gabinete, imagino que tendrán una relación cercana. ¿Usted cree que esto se ha generado porque le pudo decir (Irene Montero) quédate usted con la niña mientras yo hablo…? O: «¿Pero usted en ningún momento hizo de cuidadora?, más allá de estar con su madre…» Obsérvese que en la pregunta se induce a la respuesta de la niñera.

Por cierto, las preguntas remiten a una idea del cuidado de los niños muy poco feminista, porque la ‘fiscala’ parece defender la idea de que, dada su condición de madre, Irene Montero no tenía más opción que hacerse cargo de los niños y que, en un momento de apuro, le pidió a Teresa Arévalo que atendiera a la criatura. La escena descrita por la ‘fiscala’ hará las delicias de los machistas más recalcitrantes: la madre que tiene que cargar con el niño en horas de trabajo, mientras el padre está ocupado en otros menesteres. Todo muy surrealista: una ministra que convierte en asesora con cargo al Presupuesto a la niñera -¿por qué una mujer y no un hombre?-; una ‘fiscala’ con una idea del cuidado de los hijos muy de señora de ministro franquista y una terrible sensación de que esta gente de Podemos carece de escrúpulos y ha hecho del feminismo un negocio.