Lo que oprime a las mujeres son los caprichos de ‘Evita’ Montero

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El séquito de asesores con el que cuenta Pedro Sánchez haría palidecer a cualquier emperador de la Antigüedad. La llegada del Gobierno socialcomunista significó la contratación de casi 800 asesores nombrados de forma discrecional, es decir, enchufados ‘a dedo’ y que nos cuestan un despilfarro de 130 millones de euros al año. En resumen, desde enero de 2020, cuando el virus comenzaba a propagarse, hasta la actualidad, Sánchez ha gastado más de 200 millones de euros sólo en personal de confianza y altos cargos. Un pozo sin fondo en nombre del autobombo y el enchufismo que recuerdan a cuando Julio Camba denunciaba la plaga de enchufados que habían contratado las izquierdas en la Segunda República: «Se toma al ciudadano de la faz macilenta, se le pone en contacto con la red del Estado, y ya está. En un dos por tres lo vemos con las mejillas sonrosadas, los ojos brillantes, el traje a la última moda y los tacones de los zapatos en toda su correcta integridad. Un simple enchufillo más para que el cadáver vuelva a la vida, despojándose con desdén de su haraposo sudario», ironizaba el periodista gallego.

Lo que es imposible pasar por alto es que Sánchez engordó su cortejo de lacayos en plena pandemia, mientras millones de españoles perdían sus empleos al mismo tiempo que el Gobierno les exprimía con subidas de impuestos para pagar los abusos de señor feudal de Sánchez. Esa legión de asesores y enchufados forma parte del precio que tuvieron que pagar los españoles para que Sánchez duerma a pierna suelta en la Moncloa.

En ese nido de conspiraciones que es la corte de Sánchez, encontramos el caso de la ministra de Igualdad, Irene Montero, que dispone de 17 asesores nombrados a dedo, una cifra superior a otros ministerios, entre ellos, los denominados ‘ministerios de Estado’, como Defensa (7), Interior (14) o Justicia (11). Así, el Ministerio de Igualdad se permite mantener a lo que se conoce como el ‘Comando de la Tarta’, el séquito de aduladoras que ríen las gracias a la ministra y sirven para todo, desde darle el biberón a los niños de Montero hasta llevarle una tarta el día de su cumpleaños para cachondeo de los sufridos contribuyentes, que costean la opulencia de esos mismos podemitas que prometían en su programa electoral «reducir drásticamente el número de altos cargos y de sus remuneraciones». Un ministerio inútil que cuesta casi 500 millones de euros al año y gasta en informes esperpénticos en los que se concluye que el color rosa «oprime y reprime a las niñas», cuando lo cierto es que lo que oprime a las mujeres son los caprichos de ‘Evita’ Montero.

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