Ferraz suspende el plan «pisar la calle» de Sánchez

Pedro Sánchez cercanía

La gira de Pedro Sánchez diseñada para «mostrar cercanía»con los ciudadanos llega a su segunda etapa, tras la inicial en Sevilla, donde pese a acudir a una comunidad de vecinos controlada por Juan Carlos Alejandre, que fue por las listas del PSOE en las elecciones municipales de 2019, el presidente fue obsequiado con un sonoro abucheo. Como aquello, pese a tenerlo todo controlado, no terminó bien, Ferraz ha elegido ahora el Palacio de Congresos El Greco, de Toledo, donde el próximo 10 de septiembre se realizará una «asamblea abierta». Es decir, a la segunda Sánchez declina pisar la calle y apuesta por un espacio cerrado para evitar que le increpen. Lo de «pisar la calle» es, pues, un eufemismo, porque la estrategia del «Gobierno de la gente» se traduce en que el presidente recurre a mítines para afiliados y simpatizantes. O sea, que de «cercanía» de Pedro Sánchez con el pueblo, nada.

El problema que tiene Ferraz es evidente: si Sánchez pisa la calle, sin filtros, se arriesga a recibir el reproche de la gente. Y como Ferraz lo que pretende son baños de masas, la situación es imposible. Al final, todo se ha revelado como una estrategia de marketing, pura propaganda, pero con el inconveniente de que es imposible buscar exteriores seguros, libres de abucheos, razón por la que la campaña ideada por el PSOE tiene visos de terminar siendo un mayúsculo fracaso. Si después de anunciar que el presidente saldría de La Moncloa para conocer sobre el terreno los problemas de la gente y explicar sus medidas para aliviar los demoledores efectos de la inflación, lo cierto es que el plan no avanza según lo previsto. Es por eso que en la siguiente etapa de su gira buscará el cobijo de un palacio de congresos, donde la entrada es mucho más fácil de controlar, para evitar que la gente se exprese libremente. Lo de pisar la calle ha durado sólo una etapa.

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