España no puede seguir así 

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España no puede seguir así

Se anuncia un otoño muy, muy complicado, con todos los indicadores económicos desbordados, previsiones de crecimiento que no son reales, una inflación que era coyuntural y muy acotada en pocos meses, convertida en estructural y muy presente durante tiempo. La energía por las nubes, el recibo de la luz multiplicado por tres o por cuatro, la gasolina apuntando ya a tres euros el litro y la cesta de la compra cerca de un cuarenta por ciento más cara. Todo comenzó mucho antes de la guerra en Ucrania por muchas razones externas, pero también por mucha falta de responsabilidad interna, acompañada de una falta de ayuda lacerante a las pequeñas y medianas empresas y autónomos, subida de impuestos galopante y gasto público desbocado y demagógico, nada de lo cual han aplicado nuestros socios europeos, que han logrado recuperar índices prepandemia.

Europa es buena conocedora de ello y ha avisado ya con mucha preocupación, esta semana misma, saliendo al rescate de España por falta de confianza en nuestra manera de acometer la economía. Además, si alguien autorizado como el gobernador del Banco de España denuncia todo ello, se le ataca y desacredita desde el Gobierno sin que su jefe de filas diga nada. Prueba definitiva de una soberbia y desconocimiento de la gestión económica lamentable. Prueba también de un ataque inmisericorde a las instituciones – faltaba el Banco de España -, por parte de un Gobierno que no las respeta si no están sometidas a sus postulados. Un asunto muy preocupante por antidemocrático e irreverente con la esencia de la mismísima democracia.

En medio de este maremagnum, nos metemos en más líos atacando los principios de los compromisos con Argelia, antes atacamos lo mismo en Marruecos, el jefe del Ejecutivo no informa ni siquiera a su Gobierno de los cambios de rumbo con Marruecos con todo lo del Sáhara, envuelto en escuchas a su teléfono, después de sacar el propio Gobierno este asunto para compensar escuchas a los sediciosos y así pedirles que le «perdonen» para lograr su favor y, de esta manera, seguir gobernando. En medio, los servicios de inteligencia utilizados de muy mala manera y muy malas formas, aún sin tener culpa alguna, logrando mostrar al mundo esta perversión, y aún teniendo tanto prestigio bien ganado, para cubrir el expediente y destituida su directora a exigencia de los independentistas, de nuevo, para poder seguir gobernando.

El Ministro de Exteriores insultado por Argelia, algo inadmisible, pero Argelia rompiendo previamente el acuerdo de amistad con nosotros por nuestro comportamiento… la gravedad de la situación no tiene parangón. Mientras, Ceuta y Melilla sin protección real. Pude comprobar en mi reciente viaje a Melilla el ahogo comercial al que está sometida por parte de Marruecos, de lo que no se habla. Hay tácticas tipo que aplican los independentistas para lograr, vía estratégica, ganar peso imparable de población no española y promover el cuestionamiento de esa ciudad como española, siendo, como es Melilla, la vanguardia de España, y símbolo primigenio de la unidad de España como nación, tras la toma de Granada.

La pasada semana nos enteramos del escándalo ya flagrante de la vicepresidenta del Gobierno valenciano por los abusos a una menor en un centro tutelado de su Gobierno y provocado por su marido, pero aún no ha dimitido ni la han destituido fulminantemente. No tiene pase alguno tal gravísima situación.

Quiero volver a recordar y advertir firmemente, tanto a Gobierno como a la oposición, de que el CGPJ ha de ser elegido por los jueces, como reclama ya Europa muy alarmada en muchos momentos. No cabe la componenda entre los partidos mayoritarios. No tenemos ya ninguna confianza, por sus muchísimas demostraciones de querer pervertir lo que debe ser la independencia judicial, y además, en estos momentos está constatado el plan del presidente del Gobierno pactando con quienes proclaman abiertamente querer destruir España.

Hay principios éticos infranqueables y una oposición no puede hacer el juego a tal perversión. Primero, la elección ha de ser de los jueces. Segundo, si ello inadmisiblemente no fuera así, o en la parte que fuere, no se puede acordar nada con quien jamás duda anteponer sus espurios intereses y demoniacos planes, conocidos o no, a los legítimos intereses en bien de los españoles. Repito, es una cuestión infranqueable… véase lo último y muy reciente del Tribunal de Cuentas o el Constitucional. Ya sabemos lo que exigen los plazos legales y constitucionales en la renovación, pero quien incumple la Constitución y la ley, siendo cómplice de los incumplimientos de la Constitución y la ley, de los que luchan todos los días por la desaparición de España, no es precisamente con el que hay que pactar nada. Antes, que cambie de socios, y elija a quienes quieren y protegen la Constitución y la ley y quieren el bien de todos los españoles. De lo contrario, jamás.

Educación afectivo sexual a los niños de 6 a 12 años desde el Gobierno, o educación con matemáticas con perspectiva de género y desaparición de nuestra historia, es ingeniería social tipo sediciosos – independentistas. No vamos a admitirlo. Agradecemos a Madrid y a su presidenta, que denuncia esta perversión nacionalsocialista -nazi- y estaliniana. Nadie puede permitir ya tal grado de manipulación social a nuestra infancia. Los hijos son de sus padres y no del Estado, como dice el Gobierno. La libertad, la vida y la verdad no la entregamos jamás. Se puede decir más alto, pero no más claro.

Nadie duda ya, piense lo que piense, de cualquier ideología, que respete la Constitución y la ley, que el diagnóstico que tenemos es muy grave y quien pilota la nave ha perdido ya la confianza de propios y extraños. Es además una desgracia, que esté diezmando y destruyendo su propio partido, como bien dicen los más autorizados de sus siglas. Los hechos de todos los días son inapelables. Ni un paso del Gobierno para cumplir y hacer cumplir la ley en Cataluña, en este caso con la aplicación de un muy ridículo 25 por ciento de español en las aulas. Flagrante la rebeldía de la Generalidad y el Gobierno calla. No hay calificativo. Cómplice de esa rebeldía. España no puede seguir así. Los españoles no lo merecemos.

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