¿Se puede ser más cínico y más jeta?

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El cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero (Foto: Efe)

El hecho de que Juan Carlos Monedero acuda a tratarse de sus dolencias a un centro privado supone un acto de supina hipocresía. El ideólogo de Podemos, al igual que los otros líderes de su partido, ha criticado hasta el paroxismo la gestión particular de los centros sanitarios, especialmente en Madrid, donde está ubicada la clínica a la que ha acudido el profesor de la Universidad Complutense. Como todo mal teórico, Monedero prefiere la levedad de las palabras al rigor de los hechos. Con este tipo de acciones, sus constantes lecciones morales y de comportamiento quedan en evidencia. Sobre todo si tenemos en cuenta que la «desprivatización de la sanidad» ha sido eje esencial en el discurso de un partido creado a su imagen y semejanza. 

El ex asesor de Hugo Chávez le falta el respeto a los ciudadanos en general y muy especialmente a los votantes de Podemos cuando exhorta a los políticos a «usar la Sanidad Pública» pero después va a uno de los hospitales de la red privada HM. Hasta tal nivel llega su cinismo que incluso llegó a formar parte de una manifestación frente al Ministerio de Sanidad en diciembre de 2014 para protestar «por la gente que se está muriendo por no tener un jodido medicamento». Es cierto que el podemita puede acudir a la sanidad privada por su condición de funcionario. No obstante, una cosa es la posibilidad y otra muy distinta el deber. Como autoproclamado guía de la nueva política debería de hacer de su actitud un paradigma para no caer en la caricatura.

Como pueden comprobar en la información que les ofrece en exclusiva OKDIARIO, el profesor de Ciencias Políticas aparece muy cómodo en una sala sin las aglomeraciones ni listas de espera propias de la Seguridad Social. Ese sistema que no utiliza y que, en base a la mentira sistemática que conforma la retórica de Podemos, llegó a proponer para exportarlo a América Latina. De hecho, Monedero ha defendido en varias ocasiones que cualquier Estado justo que se precie tiene que otorgar «sanidad» a los ciudadanos. 

El populismo, esa expresión que tanto molesta a Juan Carlos Monedero, envuelve cada una de las palabras que contiene su predicamento. Un hombre imbuido en el ancho traje de la demagogia que incluso llegó a criticar el pasado 18 de octubre al presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, por «tener sanidad privada». Otro ejercicio más de fácil propaganda que desmonta completamente con sus propios actos. ¿Se puede ser más cínico y más jeta? Obviamente, no.  

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