Se comportan como mafiosos

Se comportan como mafiosos
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La destitución del jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid, el coronel Diego Pérez de los Cobos, por «pérdida de confianza», días después de que la Benemérita presentara un informe ante el Juzgado de Instrucción nº51 de Madrid en el que se ponía de manifiesto que el Gobierno conocía antes del 8-M la gravedad del virus que ya se expandía sin control por España y aún así permitió realizar 480 marchas feministas en todo el país, es un atropello y una arbitrariedad tan descomunal que atenta contra los derechos constitucionales del militar agraviado.

La decisión del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, no sólo es injusta, sino que rezuma un comportamiento contrario al Estado de Derecho más propio de una banda de mafiosos que de un Gobierno democrático. A nadie se le oculta que tras la «pérdida de confianza» con la que se reviste la destitución se esconde la venganza del Ejecutivo socialista por el informe de la Guardia Civil en el que se daba por cierto y seguro  que las marchas influyeron en la difusión del virus.

Esto es, el Gobierno ha destituido a un coronel de la Guardia Civil por no plegarse a los intereses partidistas del Ejecutivo, lo que revela como el Ejecutivo de Pedro Sánchez pretende utilizar con fines espurios al Instituto Armado , triturando el papel de defensa del Estado que la Constitución otorga a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Con la destitución del coronel Pérez de los Cobos se demuestra que el Gobierno pretende someter a la Guardia Civil para convertirla en una suerte de cuerpo armado del socialcomunismo. Lo ocurrido es de una gravedad enorme y refleja con toda crudeza la pulsión totalitaria del Ejecutivo.

Resulta un sarcasmo que el ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, sea juez, porque su decisión es un atentado a los derechos constitucionales de Pérez de los Cobos, cuyo único delito ha sido cumplir con su obligación en defensa del interés de todos los españoles. Por esa razón, por no doblegarse al interés partidista del Gobierno, Marlaska le ha destituido. No somos jueces como él, pero si esto no es prevaricación se le parece mucho.

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