En busca del Churchill 2022 (Ucrania)

El blitzkrieg putánico sobre Ucrania ha demostrado que los informes de la Inteligencia norteamericana estaban en lo cierto, por una vez. El rubicundo y orondo sucesor de Hitler en Europa, Vladimir Putin, ha copiado cuasi literalmente aquel ataque al pasillo de Danzing (Polonia) por parte del fundador del nacionalsocialismo.

Frente a la efectividad brutal del antiguo Ejército Rojo, Occidente reacciona hoy como lo hizo en 1939: palabras, discusiones y amagos. Resultado: Ucrania y su pueblo con un suplicante presidente Volodímir Zelenski es como una tostada con mantequilla que el oso ex KGB engulle en bata de estar por casa.

La Alianza NATO habla mucho y hace poco. 30 países del mundo libre perorando cuando hace muchos meses que se intuía lo perpetrado. Si el zarpazo ex soviético se consuma militarmente, perpetrado en territorio europeo, es muy posible que la historia de la propia Unión Europea cambie dramáticamente de signo. A los dictadores hay que tomarles la medida, aunque cueste sangre, sudor y muchas lágrimas.

El paralelismo, salvando todas las distancias en el tiempo y las circunstancias tecnológicas y geoestratégicas en pleno siglo XXI, con la agresión nazi de la centuria pasada, es total. Occidente está temeroso e inerme. Putin lo sabe mejor que nadie. Tras su acuerdo formal con el comunista chino Xi Jinping y con sus múltiples quintacolumnistas en la propia Europa y en el Tercer Mundo, sabe que su bocado ucraniano corre por cuenta de la casa. Ni Biden, ni Scholtz, ni Johnson son Winston Churchill. Más bien, se asemejan a Chamberlain y a Lord Halifax.

Putin cuenta, por si fuera poca su ventaja, con que Occidente es una democracia donde sus gobiernos se someten a las instituciones libres y a los dictados de la opinión pública; Rusia es una satrapía donde sólo cuenta la voluntad del sátrapa. A quién discrepa se le encarcela o desaparece. La lista de agravios putinescos a los Derechos Humanos resulta estremecedora. Hoy, va ganando una guerra anunciada a sangre y fuego. Y una guerra en Europa es siempre una guerra civil.