La asaltada CNMV da trato de favor a los amigos de Sánchez

Que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) no vaya a investigar las declaraciones del presidente de Prisa y del fondo Amber, Joseph Oughourlian, sobre Indra que impulsaron en las dos últimas sesiones el valor del grupo español en Bolsa no es ninguna novedad. Al fin y al cabo, la CNMV se ha convertido en una terminal más de La Moncloa y responde a la voz de su amo con una docilidad pluscuamperfecta. Vamos, que son muy bien mandados, de modo que las palabras del presidente de Prisa serán pasadas por alto.

Oughourlian dijo en una entrevista, publicada antes del cierre del mercado, que estaba presionando para que Indra se divida en dos. Tras sus declaraciones, el valor de esta compañía subió el lunes más de un 2%, y ayer martes otro 3,58% cerrando a 9,98 euros por acción, su valor más alto desde el pasado mes de junio. Dice la CNMV que «no vigila las declaraciones de accionistas minoritarios, a no ser que incumplan alguna norma». Curioso, porque Oughourlian, que posee en la actualidad el 5,12% del capital de Indra a través de su fondo de inversión, Amber Capital, tiene la posibilidad de incrementar su participación en el grupo hasta el 9,9%, y la CNMV está investigando si ha existido concertación entre Amber Capital y la Sepi para tomar el control de Indra.

Si la CNMV está investigando desde el pasado mes de julio si ha existido concertación entre la Sepi, primer accionista de Indra con el 28% del capital, y el fondo Amber, como han denunciado varios antiguos consejeros independientes de Indra -si se confirmara la concertación ambos accionistas estarían obligados a lanzar una OPA sobre Indra, al superar conjuntamente el 30% del capital-, no investigar lo dicho por el presidente de Prisa y del fondo Amber sólo se entiende desde la perspectiva de que el organismo público encargado de supervisar e inspeccionar los mercados de valores en España sigue dando trato de favor a los amigos de Pedro Sánchez.