Andalucía, ¿el fin de un régimen?

En 1978, cuando la Junta de Andalucía era todavía una Junta preautonómica, el Partido Socialista llegó a la Presidencia y sorprendentemente, 40 años más tarde y de manera ininterrumpida, todavía sigue ahí. La verdad es que sólo la dictadura franquista ha sido capaz de igualar en longevidad al régimen socialista andaluz. En nuestra monarquía parlamentaria, por ejemplo, ni el Rey Juan Carlos I ha sobrevivido institucionalmente pese al carácter vitalicio de sus responsabilidades.

La verdad es que en estos 40 años nadie ha podido con el Partido Socialista y, ante tal poderío electoral, cabría pensar que nos enfrentamos a un portento de gestión. Debería ser la región más rica de Europa, con mayor renta per cápita, con pleno empleo, puntera en I+D+i, puntera en Educación y con una Sanidad que sería la envidia del mundo desarrollado.

Pero no es así. Cuando uno bucea en los datos, cuando uno bucea en las estadísticas, en lo que ha sido la gestión del PSOE a lo largo de estos 40 años, la verdad es que las cosas no van tan bien para Andalucía. Uno de cada tres desempleados que se han generado en España en los últimos 35 años se ha generado en Andalucía. Sólo uno de cada seis empleos creados en ese mismo periodo se creó allí.