El PSOE sólo piensa en el poder por el poder

El PSOE sólo piensa en el poder por el poder

Los diputados del Partido Socialista se han quitado la máscara de manera definitiva y lo han hecho en la sede de la soberanía popular: el Congreso de los Diputados. Los españoles deben descartar cualquier esperanza con el actual Gobierno. No la había antes, tras las incomprensibles cesiones a golpistas y proetarras o la elaboración de los Presupuestos Generales del desastre en compañía de los comunistas bolivarianos de Podemos. Sin embargo, la puñalada de este martes a los insoslayables principios constitucionales en la Cámara Baja ha sido definitiva. Los representantes socialistas han rechazado la loable iniciativa de Ciudadanos, que instaba al Ejecutivo a no indultar a los condenados por el referéndum ilegal del 1 de octubre. No obstante, el PSOE sólo piensa en el poder por el poder. Están dispuestos a llevar la connivencia con los golpistas hasta el límite con tal de seguir al frente del Gobierno.

No importa la altura de miras ni el interés general de España y sus ciudadanos. Tampoco la posición histórica del propio PSOE como garante de la legalidad vigente desde la Transición hasta nuestros días. Pedro Sánchez ha vuelto a traicionar la esencia de su propia formación y, aliado con Unidos Podemos, ERC, PNV y PDeCAT —los mismos que lo auparon a la Presidencia sin pasar por las urnas— se ha decantado por mantener la anacrónica Ley de Indultos de 1870. Así, los golpistas podrán salir indemnes de su intento de subvertir la legalidad vigente en nuestro país, aunque sean condenados por la justicia. Es la obligación de todos los españoles que creen en la ley tener todo esto presente en las próximas elecciones, ya sean municipales, autonómicas o, incluso, generales, si finalmente hay adelanto. El PSOE de Pedro Sánchez ha hipotecado la viabilidad y el honor de España con tal de permanecer con mando en la plaza presidencial.

Sólo el Partido Popular ha apoyado una propuesta de Ciudadanos que era tan clara como justa: «No conceder el indulto ni ninguna otra medida de privilegio a los que resulten condenados por el Golpe separatista cometido en Cataluña durante los meses de septiembre y octubre de 2017». De hecho, la laxitud de los socialistas y su distanciamiento del bloque constitucionalista ha provocado algo tan inaudito en el Congreso como que el portavoz de ERC, Joan Tardà, se haya sentido reforzado para llamar «fascista» a Albert Rivera por el mero hecho de que el líder de Ciudadanos haya defendido la legalidad vigente. No es que Pedro Sánchez sea nocivo para España, que lo es y mucho, es que también es nocivo para la pervivencia de su propio partido. Si sigue así, hundirá a la formación que más años ha gobernado en España y, lo que es peor, al propio país. Y todo, por aferrarse a esos «15 minutos de fama» que Andy Warhol vaticinó hasta para el más fatuo e irresponsable de los ciudadanos.

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